Leyes para la dictadura, dictadura en beneficio del Capital

x OLEP/Fragua

Este año estará marcado por la nueva elección presidencial en nuestro país. Una vez más el pueblo mirará y escuchará hasta el hartazgo discurso tras discurso y promesa tras promesa en la radio, la televisión y hasta el cine “para variar”.

Sin embargo, esta elección tiene cosas nuevas no vistas en nuestro país desde hace muchos años: nos referimos a la aprobación y expedición de la Ley de Seguridad Interior (LSI). A finales del 2017 el poder legislativo con el PRI y el PAN a la cabeza y el representante del poder ejecutivo aprobaron y expidieron una ley para garantizar el fraude electoral.

Esta ley le permite legalmente al Ejército y Marina hacer lo que ya hacen en muchos estados del país, actuar sin control del poder civil, ya que legaliza un dicho muy viejo que se creó en la época de la dictadura porfirista: “mátalos en caliente” que es casi igual que decir “mátalos y luego averiguamos”.

¿Y por qué es una ley para el fraude? Ah, pues porque si el presidente determina que las protestas son un asunto que ponen en riesgo la seguridad interior, soltará a la jauría que “sin control”, hasta la mano que le da de comer puede morder, aunque siempre muerden a los pobres primero.

La gran oligarquía financiera, la gran burguesía, no quieren ceder ni tantito: el saqueo de los recursos naturales del país y la explotación de la clase proletaria les reditúa grandes ganancias y no quieren ceder nada, es por eso que ni siquiera aceptan la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegue a la presidencia por medio del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

Y eso que AMLO y MORENA han repetido hasta el cansancio que no son anticapitalistas, que no van contra los empresarios, que no tienen odio ni rencor en contra de quienes han saqueado al país e incluso para muestra de ello ponen a representantes de empresarios en su gabinete presidencial, como el empresario que propusieron para la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Victor Villalobos.

Puede haber un fraude, esa es una verdad que las elecciones del Estado de México en 2017 nos mostraron, aunque MORENA decidió no defender su triunfo en esa ocasión y hasta desmovilizar a sus militantes, puede ser que el descontento ante el fraude se manifieste con protestas en las elecciones presidenciales del 2018.

El pueblo no es libre para elegir, cada elección presidencial ha sido la reelección del capitalismo, gane quien gane el sistema económico y social que se nos ofrece es el capitalismo, todos se pelean para administrar el sistema: unos para profundizarlo desde hace 40 años con políticas neoliberales, como el PRI y el frente “Por México, al frente” y otros para “humanizarlo” a través de la construcción de un Estado de Bienestar, como MORENA.

En México el sufragio no es efectivo y siempre hay reelección. Hasta Francisco I. Madero suena radical con su lema de campaña en 1910 “Sufragio efectivo, no reelección”.

Por eso afirmamos que la LSI es una ley para garantizar la dictadura y el fraude, que ambos son necesarios para garantizar la explotación de la burguesía, la dominación del Capital.

Quienes afirmamos que dentro del capitalismo no es posible resolver los problemas más graves, profundos y urgentes de la Patria; quienes luchamos por construir en la clase trabajadora la conciencia de la necesidad de luchar de manera organizada por el socialismo, como única alternativa real al neoliberalismo y al capitalismo; quienes intentamos unir a todo el pueblo en torno a la lucha por la solución de sus demandas inmediatas e históricas; y quienes creemos que la movilización y el derecho humano a la protesta social son la única forma en que el pueblo puede defender sus derechos pisoteados y arrancados por medio de la violencia de Estado, nos enfrentamos a estos dos hechos políticos: elecciones y leyes para legalizar la represión y garantizar el capitalismo.

A todos nuestros compañeros, a todas las personas con las cuales día a día trabajamos, las invitamos a no ser indiferentes, las invitamos a reflexionar y actuar; no podemos confiar en los empresarios que son dueños de los medios de producción y del Capital, gracias a la explotación de la fuerza de trabajo; nuestra confianza debe estar en nuestros hermanos de clase, en quienes nos ganamos la vida vendiendo nuestra fuerza de trabajo, sea física o intelectual.

Sabemos que muchos apreciables amigos y compañeros en diferentes actividades votarán por MORENA, si hay fraude defiendan su voto, no permitan que su voluntad sea pisoteada,seis años más de capitalismo y de neoliberalismo serán cientos de miles de muertes más en nuestro país, miles de detenidos desaparecidos más, de presos, de torturados. No se vayan a sus casas con la cabeza gacha y el desánimo a cuestas. Defender el voto y la voluntad popular es un derecho y una obligación para cualquier persona que se diga un demócrata consecuente.

Si no hay fraude y gana MORENA exijan el cumplimiento cabal del programa de gobierno que prometió su candidato; exijan determinación, coraje y fidelidad a la clase trabajadora; no permitan que cedan a los intereses de la gran burguesía y se continúe el despojo en beneficio de las empresas mineras, eólicas, petroleras; exijan la derogación de todas las reformas neoliberales que han agravado la pobreza y la explotación. Derogación sin concesiones.

En ambos casos nosotros estaremos al lado del pueblo, construyendo la conciencia proletaria, socialista, estaremos del lado más consecuente, hombro con hombro ayudando, pero manteniendo nuestra independencia organizativa, ideológica y política porque nosotros los proletarios socialistas no somos “chapulines” que van de un partido a otro para vivir del presupuesto y hacer carrera política; nosotros construimos organización con el pueblo, para mostrar y enseñar por vía de los hechos que sólo cuando los medios de producción sean socializados, que sólo cuando el pueblo sea dueño de las grandes fábricas, de las grandes empresas y sea él quien determine qué y cómo producir, podremos terminar con el desempleo, los salarios de hambre, con el saqueo de nuestros recursos naturales y con los abusos de las fuerzas armadas al servicio de los empresarios.

Sólo por medio de un sistema económico y social socialista podremos recuperar la dignidad nacional y mientras hacemos posible ese futuro, luchamos con los mejores hijos del pueblo, para mejorar nuestras condiciones de vida y aminorar los efectos más crueles del capitalismo, que nunca podrá ser benevolente con la clase proletaria gracias a la cual existe porque la puede explotar.

¡Luchar con dignidad, con el pueblo organizado, luchar hasta vencer!

 

NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección EDITORIAL del No. 31 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Enero-Febrero 2018.

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