No nos confiemos: ¡A seguir luchando!

x Círculo de estudio, ideas y reflexión

En vísperas de las elecciones, es del dominio público que la coalición Juntos haremos historia que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) va a ganar con una aplastante victoria, que no nos quede la menor duda de que vamos a ganar en las urnas.

Sin embargo, aún hay dudas ya que sabemos que el sistema electoral mexicano no es confiable. ¿Cuántos fraudes no han hecho? Por ello la estructura del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha hecho bien en preparar la vigilancia del proceso electoral, pero, no nos confiemos, aunque

AMLO lleve mucha ventaja en las encuestas, el PRI y el PAN no se van a quedar con los brazos cruzados, buscarán a la mala obtener puntos a su favor. Desde la compra de votos, las amenazas, y la coacción, hasta otro tipo de mañas que pueden ocurrir en el cómputo y conteo final de votos, de estas formas fraudulentas serán responsables el Instituto Nacional Electoral (INE) y su director Lorenzo Córdova.

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¿Por qué votar por AMLO y por Morena?

x Eva Cuervo

En México este 2018 se lleva a cabo una contienda electoral trascendental porque existe la oportunidad de poner fin al modelo neoliberal (no al capitalismo) que no sólo es importante para los mexicanos, sino también para el resto de los latinoamericanos (las elecciones en México, Colombia y Venezuela van a definir la geopolítica Latinoamericana). Son 5 los contendientes. La continuación del modelo está representado por 4 candidatos que abiertamente apoyan el militarismo (con su saga de asesinatos y desapariciones), la sumisión a los planes ordenados desde Washington y continuar profundizando las contra reformas emprendidas (lo que sigue es la privatización del Imss, Issste, Agua y Educación media superior y superior) por Enrique Peña Nieto que tanto han dañado a México. Si en México se aplicara la ley, ninguno de estos candidatos podría contender. Los cuatro son investigados y señalados públicamente por actos de corrupción. Los dos primeros están siendo investigados por la PGR por graves acusaciones del fuero común y los dos últimos son delincuentes electorales. José Antonio Meade K. (candidato del PRI-VE-Panal y de Donald Trump) tecnócrata neoliberal 4 veces secretario de estado, acusado de por lo menos 8 delitos, peculado, cohecho, fraude y otros, es experto en desaparecer dinero público a través de desvíos, 7.670 millones de pesos en la llamada Estafa Maestra (www.animalpolitico.com/estafa-maestra), como secretario de la Sedesol desapareció 12.000 millones de pesos, entre otras imputaciones. Ricardo Anaya (candidato del PAN-PRD-MC y de Salinas de Gortari) político neoliberal, mitómano contumaz, corrupto (desapareció 1.000 millones de pesos como secretario de gobierno de Querétaro), falso opositor del gobierno, investigado en México y Europa de lavado de dinero, triangulación de recursos, enriquecimiento ilícito y evasión fiscal. Los dos candidatos “independientes” cuyo único objetivo en la contienda es atacar a López Obrador y que para obtener su registro (requisito recaudar 864.536 firmas de apoyo) falsificaron credenciales, firmas, duplicaron datos y utilizaron registros de personas muertas o desaparecidas. Margarita Zavala (708.000 firmas falseadas, 45% del total) esposa del ex presidente Felipe Calderón, que propone abiertamente continuar con el plan de su marido por sus “buenos resultados” y Jaime Rodríguez Calderón, gobernador con licencia del estado de Nuevo León, político mendaz, fanfarrón y corrupto que obtuvo su registro haciendo trampa (con 1.198.892 firmas falseadas, 58% del total). La única oposición contra el sistema, es Andrés Manuel López Obrador (AMLO), luchador social y político nacionalista de centro izquierda que en dos ocasiones le han arrebatado la presidencia a través de fraudes electorales.

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Votar masivamente por AMLO; desbordar a AMLO

x Arsinoé Orihuela Ochoa
El espectáculo del primer debate fue francamente grotesco (¿dantesco?). Básicamente destacaron dos realidades, que acaso ningún observador mínimamente alerta osaría objetar: uno, que está en marcha una acción concertada –diseñada por la élite gobernante– contra el candidato que encabeza arrolladoramente las preferencias electorales, Andrés Manuel López Obrador (y no es conspiracionismo; no hace falta más de dos dedos de frente para advertir la maquinación); y dos, que, por casi un siglo, las clases gobernantes (incluidos los gobiernos de la novelesca “transición”) reprodujeron su estancia en el poder con base en la exclusión de “los mejores hijos de México”.La peor ralea de fariseos: corruptos, criminales, asesinos, mediocres de cabo a rabo, demagogos, estultos e ignorantes, gobernaron el país a su antojo y con escasos contrapesos. La gobernabilidad de la “dictadura perfecta” involucró decisivamente el aplastamiento sistemático de nuestras facultades, atributos e inteligencias. Asistimos al estadio más acabado de la degradación de la política nacional. El debate (dislate) presidencial es un signo inequívoco de esa descomposición, que a más de uno debió provocarle riesgos de embolia cerebral.
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Elecciones presidenciales en México Entre profecías y déjà vu nacional

x Iván Montero

El candidato del partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no será presidente de México. No hacen falta muchos argumentos para pronosticar este resultado [1] [2]. Ya venimos verificando esta crónica de una muerte anunciada, sólo vamos a reconstruir los acontecimientos que la vehiculizarán, como en la célebre novela de García Márquez.

¿Las razones? MORENA no representa el contrapeso de una fuerza social empatada con otra fuerza social. Es decir, la fuerza social que domina el destino del país es la del proyecto neoliberal dependiente y anclado al ciclo mundial de capital [3], de momento no hay otra fuerza capaz de oponer un proyecto alternativo, así sea uno moderado (como la fantasía de un capitalismo con rostro humano).

¿Qué significa esta capacidad? Significa que el proyecto alternativo tenga una base social movilizada por intereses directos de las clases trabajadoras y/o populares, que bajo paros, huelgas, tomas, candidaturas independientes, luchas jurídicas, etc., logren poner en jaque los ejes de la acumulación neoliberal, tales como contener las privatizaciones, lograr mejoras salariales mediante luchas sindicales, luchas por derechos sociales y más batallas articuladas en torno a una alternativa hegemónica, opositora al régimen político y económico.

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¡Elecciones, jóvenes!

x Nael Ramírez Domínguez

Ya han iniciado las campañas electorales en nuestro país, por uno u otro lado vemos spots, notas periodísticas y entrevistas a candidatos, las redes sociales estallan en discusiones y una oleada de memes políticos se viralizan cada día, somos la generación que está viviendo una campaña electoral centrada en las redes sociales, somos la generación que representa un tercio de la población en México, somos muy importante, somos el presente construyendo futuro.

Pero ¿qué futuro queremos? ¿cómo debe ser el mañana y cómo nos vemos en él?, estas preguntas deben estar presente en todo momento de nuestra vida escolar, laboral y de recreación, ya que ponen de relieve muchas más preguntas que como generación debemos responder en lo individual y como colectivo.

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El gobierno a favor de las empresas. El agua no es una mercancía

x OLEP/Fragua

El agua es vida. Del agua dependen los cultivos y el ganado, es decir, nuestro alimento. Somos 70% agua. No podemos persistir sin ella. El derecho a disfrutar del agua para consumo humano es inherente al derecho a la vida de las personas. No podemos pensar uno sin el otro. Pero la burguesía y sus partidos no piensan en derechos, no piensan en el futuro y no les interesan los millones de personas que hoy en la ciudad de México viven sin agua, esperando la tanda semanal o peor, esperando a que la pipa llegue antes de que se acaben los tambos.

El pasado mes de diciembre los diputados de PRD, PAN, PVEM y PRI de la Asamblea Legislativa (ALDF), aprobaron la Ley de Sustentabilidad Hídrica que da pie a la privatización del sistema de agua en la Ciudad de México durante al menos 25 años.Además de esta Ley, el PRD, PAN, PVEM y el PRI también aprobaron la Ley de Reconstrucción de la Ciudad de México, ampliamente criticada pues garantiza el negocio inmobiliario del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Esta Ley sólo profundizaría la opacidad y arbitrariedad que han caracterizado al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) durante las últimas administraciones. Es sospechosa la urgencia que tienen los partidos PRD y PAN por aprobar una Ley antes de las elecciones y antes de la entrada en vigor de la nueva Constitución para la Ciudad de México, la cual decreta el derecho al agua, por lo que buscan tener amarrado el negocio antes de esto.

La Ley incluye los componentes requeridos por las empresas para la privatización, como permitir que el Director General de SACMEX (que ahora será una paraestatal), firme acuerdos con las empresas, sin que los ciudadanos tengan acceso a los términos de los acuerdos, como ha sucedido en Puebla y Quintana Roo, donde el contenido de los acuerdos fueron “reservados” por 14 años después de su firma.

Dicen los burgueses que el agua falta en la ciudad porque la administración es burocrática e ineficiente, por supuesto ellos tratan de vendernos la privatización como la panacea, como una medicina mágica que cura todos los males. Según ellos el servicio estaría garantizado pues los empresarios son mejores administradores. Siempre son los mismos argumentos, las mismas máscaras: “descentralización”, “ciudadanización”, “desconcentración”, “modernización”. Tratan de convencernos de que ese camino, el de la privatización, es la única y más adecuada solución a los pésimos servicios que brinda el Estado a la clase trabajadora, pues en las zonas residenciales nunca les falta el agua para regar sus pastos, llenar sus albercas y menos para cocinar o bañarse.

La Ley incluye apartados sobre la comercialización del agua de lluvia. Sí, por ridículo que suene la Ley prevé la posibilidad de que una empresa capte agua de lluvia, la potabilice y la venda.Que nos vendan el agua de lluvia como una mercancía suena al más absurdo de los objetivos de la burguesía.

No es la primera vez que esto ocurre, en Bolivia, en el año 2000, el gobierno capitalista de ese país decretó una ley muy parecida a la que se decretó en la Ciudad de México. Esa ley privatizaba el disfrute del agua potable y no hacía distinción entre las distintas necesidades de una población mayoritariamente campesina e indígena. La principal empresa beneficiada fue Aguas Tunarí, propiedad de uno de los expresidentes de aquella nación sudamericana, que a su vez tenía acuerdos con la empresa norteamericana Brechel. Una vez que la iniciativa privada tomó el mando del abastecimiento del agua, las tarifas se elevaron irracionalmente, millones perdieron el poco acceso que aún tenían al vital líquido. No cabe duda que la burguesía administra eficientemente.

¿Cómo respondió el pueblo boliviano a esta afrenta de la burguesía y su gobierno? La población organizada salió a la calle, se hicieron grandes manifestaciones, se declararon huelgas y se realizaron grandes bloqueos. La represión y las campañas de desprestigio no se hicieron esperar. Pero los riesgos que corrió el pueblo boliviano no han sido infructuosos. El régimen progresista, aunque con asegunes, que gobierna hoy Bolivia es resultado directo de aquel proceso de lucha.

La gran burguesía internacional desde hace décadas se está preparando para asumir el negocio millonario del agua para consumo humano, un negocio que les aseguraría por décadas las ganancias que hoy escatiman a la extracción del petróleo, se trata de un negocio que dejaría 400 mil millones de dólares al año en ganancias. En África, en Europa oriental y en América Latina hay consorcios privados operando servicios de agua potable. Los principales beneficiarios son la norteamericana Brechel y las francesas Viviendi y Suez. ¿Qué sería hoy de Bolivia si su pueblo no se hubiera volcado a las calles en la defensa del agua?

La Organización de Lucha por la Emancipación Popular enarbola la lucha por el derecho al agua en nuestro programa mínimo para la Ciudad de México, el primer punto es “Agua potable para todo el pueblo”. En nuestro programa proponemos: “Acceso universal de agua potable, mínimo 100 litros por habitante en cada vivienda”, “Contra la privatización del SACMEX”, “Tarifas justas y mayores recursos a la construcción de obra hidráulica”. Es una mentira que en nuestra ciudad falte el agua. Lo que falta es un servicio cuyo objetivo sea que el pueblo disfrute del agua según su necesidad y no un esquema en el que se le considera como mercancía, y cuyas ganancias irán a parar a los bolsillos de los burgueses nacionales e internacionales.

¡El agua no es una mercancía, el agua es vida y los trabajadores tenemos derecho a la vida y sabremos defenderla!

NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección ANÁLISIS del No. 31 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Enero-Febrero 2018.

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Leyes para la dictadura, dictadura en beneficio del Capital

x OLEP/Fragua

Este año estará marcado por la nueva elección presidencial en nuestro país. Una vez más el pueblo mirará y escuchará hasta el hartazgo discurso tras discurso y promesa tras promesa en la radio, la televisión y hasta el cine “para variar”.

Sin embargo, esta elección tiene cosas nuevas no vistas en nuestro país desde hace muchos años: nos referimos a la aprobación y expedición de la Ley de Seguridad Interior (LSI). A finales del 2017 el poder legislativo con el PRI y el PAN a la cabeza y el representante del poder ejecutivo aprobaron y expidieron una ley para garantizar el fraude electoral.

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Plebiscitos a modo: la triple alianza ataca de nuevo en la UACh

x Brisa Vázquez

Guardemos las bellas palabras, que son pocas,

para las cosas grandes, que son más pocas todavía.”

Julio Antonio Mella

(militante revolucionario cubano)

Imaginemos por un momento, sólo por un momento, que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) gana las elecciones presidenciales del 2018. Imaginemos que esta vez no le hacen fraude o, bien, que su victoria es tan amplia que el fraude no alcanza para ocultarla; imaginemos que gana por una mínima diferencia de votos, pero que sus adversarios respetan su triunfo porque no hacerlo llevaría al país a un enfrentamiento que, en ese momento, no desean. Por fin, después de 40 años de neoliberalismo, habría un presidente que cuestiona las “maldades” del neoliberalismo y con pretensiones nacionalistas como inquilino de Los Pinos. Claro, eso sí, le entregarían el país hecho trizas; con 300,000 muertos y 35,000 desaparecidos como saldo de la “guerra contra el narco”, con una educación pública en decadencia, petróleo privatizado, sistema de salud en proceso de privatización y una larga lista de etcéteras.

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