Se destapó una cloaca en el IPN. La economía ilegal en el CECYT 5, sus redes y el encubrimiento

x Raúl Ramírez y Marcos A. Guillén

A casi una semana del supuesto «paro estudiantil» del CECyT 5, se han ido destapando algunos hechos que permiten comprender con mayor precisión qué es lo que está realmente en juego. Avancemos en la aclaración de los puntos para poder generar una interpretación adecuada de la situación.

En mayo del presente año se generó un movimiento en los CECyTs que emplazó a un paro que duró varias semanas. Al levantar el paro, la comunidad estudiantil del CECyT 5 entregó un pliego petitorio que no fue considerado ni resuelto por las autoridades en turno y que, frente al incumplimiento del mismo, dichas autoridades fueron retiradas de sus cargos.

Con la llegada del nuevo director Ernesto Pineda, se realizaron mesas de diálogo y en tan sólo catorce semanas de trabajo se dio solución a casi la totalidad del pliego petitorio, en las que se exigía:

  1. Mejora y rehabilitación de los laboratorios de física y química.
  2. Rehabilitación de pupitres y mobiliario del plantel; reacondicionamiento de instalaciones deportivas.
  3. Aulas académicas equipadas con aire acondicionado y política de corresponsabilidad compartida de los bienes colectivos.
  4. Instalación y ampliación de cobertura del servicio de internet inalámbrico.
  5. Instalación de bebederos con política de inclusión para las personas de capacidades diferentes.
  6. Ampliación del número de becas alimenticias y mejora del servicio de cafetería
  7. Medidas contra la violencia porril.
  8. Servicio médico para el turno vespertino.
  9. Proveer con sistemas de audio a las aulas del CECyT.

Sin embargo, en los diálogos entre la comunidad estudiantil y algunos profesores con la autoridad, se denunciaron las siguientes actividades ilegales:

1. venta ilegal de calificaciones sin haberse inscrito a la materia: $2,500;

2. inscripciones a granel sin dictamen que, al concluir el nivel medio, obstruyen el tránsito a nivel superior: $2,500;

3.- venta de cambios de turno: $2,000;

4.- venta directa de calificaciones por algunos profesores: $700;

5.- venta de viajes: $4,500 (con una ganancia aproximada de $200,000 por semestre);

6.- venta de asistencia obligatoria a obras de teatro: $200;

7.- venta de libros ilegales (sin dictamen de academias ni de ninguna editorial, que son fotocopiados y empastados en papelerías externas);

8.- robo de piezas de equipo de computo; y

9.- renta ilegal de controles (para proyectores y aire acondicionado).

A pesar de que el pliego petitorio fue cumplido casi en su totalidad, como los alumnos y otros colectivos estudiantiles del CECyT 5 han señalado a partir de la firma del mismo, el Colectivo de la Asamblea General Interna (COAGI) empieza una campaña de mentiras y de difamación que van escalando progresivamente. Acusan al director Ernesto Pineda de nepotismo por, supuestamente, haber metido a su hija a trabajar al referido plantel como jefa de departamento. No obstante la aclaración de dicha difamación con actas de nacimiento en mano, el COAGI sigue escalando las mentiras e incumpliendo los acuerdos a los que se habían llegado. De igual manera, la exigencia de la comunidad por reacondicionar el laboratorio de física es asumido por el gabinete y se logra que las autoridades gestionen la construcción de un laboratorio de química de alta tecnología. Sin embargo, el grupo COAGI, generando mentiras para tener eco en la comunidad estudiantil, repite sistemáticamente que las demandas no han sido cumplidas e inventa, para generar lazos de solidaridad con sectores externos al plantel, que son víctimas de la represión de las autoridades.

Un punto de suma importancia es la exigencia de la comunidad de conformar órganos de democracia directa; por ello, los alumnos y el gabinete de gobierno crean los CGR (Consejo General de Representantes). Un órgano inédito en el CECyT que hace valer el principio de democracia participativa directa de manera horizontal y cuyo horizonte para la toma de decisiones establece el principio del consenso. Frente a ello, COAGI, quien había firmado con el director anterior, Noé Pérez, ser la única representación estudiantil, comienzan a deslegitimar y a obstaculizar el accionar de estos órganos de participación.

Aunado a lo anterior y debido a las quejas y denuncias realizadas por la comunidad estudiantil, se prepara una auditoría para encontrar a los responsables de las actividades ilegales anteriormente señaladas y limpiar al CECyT 5 de prácticas intolerables e, incluso, penadas por la ley, además de incluir el agravante de ser cometidas contra una comunidad de menores de edad.

Dada las circunstancias anteriormente señaladas, resulta sumamente sospechoso y, a la vez contradictorio, que una vez que las demandas de la comunidad estudiantil habían sido resueltas casi en su totalidad, este grupo comenzara, a partir de la mentira y de la difamación, a manipular la información para obstaculizar, no sólo los logros que había logrado el CECyT 5, sino, sobre todo, la auditoría para dar con los responsables que sostienen la economía ilegal en dicho plantel.

En este contexto ocurren los tres intentos previos de tomar y de parar la escuela que, debido a la falta de apoyo estudiantil, no lograron. Pero, no será hasta el día 30 de septiembre que, sin haber convocado y reunido a los CGR, el COAGI, junto a los trabajadores del PAAE (Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación) y algunos pocos profesores, propone un paro de 72 horas sin si quiera votarlo con los pocos estudiantes que acudieron a la «asamblea» programada.

Al no tener respaldo de la comunidad estudiantil, COAGI se atrinchera en un cubículo y en el transcurso de la noche, como puede observarse en la evidencia fotográfica, con la complicidad de PBI (Policía Bancaria e Industrial) introducen a personas externas encapuchadas y armadas con diferentes objetos. Nuevamente, a partir de la mentira y la manipulación de la información buscan victimizarse para generar simpatía con algunos sectores del movimiento social y de esta manera desviar la atención de lo que había sido denunciado, poniendo como objeto de atención el paro y, de esta manera, encubriendo la economía ilegal para que no se de con los responsables. Parece que asistimos a una modalidad más desarrollada de los métodos (mentira, difamación, manipulación) que utiliza el estado en contra de los procesos que intentan denunciar y romper sus redes clientelares y corruptas para avanzar hacia el camino de la verdadera democratización.

Queremos finalizar planteando algunas preguntas que pensamos convenientes formular para entender una coyuntura que trata de ser encubierta y, al mismo tiempo, utilizada para defender oscuros intereses que han estado violentando y contraviniendo las exigencias estudiantiles.

a) ¿Por qué el COAGI decide encubrir, a partir de la mentira y la manipulación, la red de corrupción que quedó descubierta en el CECyT 5 una vez que se exigió la auditoria de todo el plantel?

b) ¿Por qué los grupos que anteriormente, incluso, se oponían a los paros y a las demandas del movimiento estudiantil (como el mismo PAAE y algunos profesores), se han unido en esta coyuntura en contra de la exigencia de auditoría?

c) ¿Quién, o quiénes, y por qué, tienen tanto interés en encubrir la red de economía ilegal que se destapó?

d) ¿Por qué oponerse a un proceso de democratización y de transparencia en el IPN a partir de la creación de los CGR en donde la comunidad decide, desde el consenso, las necesidades y el futuro de su escuela?

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