Acuerdo neocolonial y punto de bifurcación en Siryza
Está hecho. No hay vuelta atrás. Alexis Tsipras logró que el parlamento apruebe el catálogo de imposiciones europeas denominado “acuerdo”
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Está hecho. No hay vuelta atrás. Alexis Tsipras logró que el parlamento apruebe el catálogo de imposiciones europeas denominado “acuerdo”
El actual debate sobre la deuda griega ha dado lugar a todo tipo de amenazas: primero contra el gobierno de Alexis Tsipras y luego contra los electores griegos. Sin entrar en la discusión sobre el carácter odioso de la deuda, Thierry Meyssan llama la atención sobre la campaña internacional contra la salida de Grecia de la eurozona. El autor pone bajo la lupa el proyecto histórico de la Unión Europea y de la eurozona, tal y como Churchill y Truman lo formularon en 1946, y concluye que Grecia no es víctima hoy de su situación económica sino del entorno político internacional.
En las negociaciones entre el gobierno heleno y el Eurogrupo, Tsipras aceptó finalmente un acuerdo que ponía el énfasis en las medidas de austeridad, pero con algún margen para poder presentarse ante la población griega. “Un mal acuerdo, pero que también rechazó el FMI dos días después”, afirma Sergi Cutillas, integrante del Comité de la Verdad de la Deuda Griega y miembro de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD). En el fondo, “han pedido la cabeza de Tsipras como mensaje de disciplina, para evitar que cunda el ejemplo de que se le puede doblar el brazo a la Troika”. ¿Qué han supuesto los dos “rescates” (en los años 2010 y 2012) para Grecia? La deuda pública pasó del 130% del PIB en 2010 a cerca de un 180% en la actualidad. Además, “han destruido el país y lo han llevado a una situación de crisis humanitaria”, concluye el economista. El 5 de julio los ciudadanos griegos decidirán en referéndum si aceptan la extensión del programa de rescate (15.000 millones de euros) y las medidas de austeridad y recorte que implica.
1. ¿Por qué Syriza ha convocado un referéndum en apenas una semana?
El Primer Ministro griego, Alexis Tsipras, tres días después del ultimátum que le dieron los acreedores, tomó la decisión de convocar un referéndum que se celebrará solo diez días después de este ultimátum.
Tsipras fue elegido hace cinco meses en base a un programa político contra la austeridad y los programes de rescate (eufemísticamente llamados ‘Memorándum’).
Compatriotas griegos,
Desde hace ya seis meses, el Gobierno griego ha estado librando una batalla en condiciones de asfixia económica sin precedentes, con el fin de implementar el mandato que el pueblo nos legó el 25 de enero. El objetivo por el que estábamos negociando con nuestros socios era poner fin a la austeridad y permitir así que la prosperidad y la justicia social regresaran a nuestro país.
Era una propuesta por un acuerdo sustentable que respetara tanto la democracia como las leyes comunes de Europa y que nos condujera finalmente a una salida de la crisis.
A lo largo de este período de negociaciones se nos ha pedido implementar los acuerdos pactados por los anteriores gobiernos mediante los memorandos, a pesar de que estos fueran categóricamente condenados por el pueblo griego en las recientes elecciones.
Sin embargo, ni por un momento pensamos en rendirnos y traicionar vuestra confianza.
Desafortunadamente, luego de cinco meses de duras negociaciones, nuestros socios han emitido en el Eurogrupo de antes de ayer un ultimátum a la democracia griega y a su pueblo.
Un ultimátum contrario a los principios fundacionales y a los valores de Europa, los valores de nuestro proyecto común europeo.
Ha demandado que el Gobierno griego acepte una propuesta que suma una nueva carga insostenible sobre el pueblo griego y que socava la recuperación de la sociedad y la economía griega. Una propuesta que no sólo perpetúa el estado de incertidumbre, sino que acentúa aún más las desigualdades sociales.
La propuesta de las instituciones incluye: Medidas que conducen a una mayor desregularización del mercado laboral, recortes en las pensiones, más reducciones en los salarios del sector público y un incremento en el IVA de alimentos, restaurantes y turismo, mientras que elimina las exenciones tributarias de las islas griegas.
Estas propuestas violan directamente los derechos sociales y fundamentales de Europa: Demuestran que respecto al trabajo, la igualdad y la dignidad, en la mira de algunos de los socios e instituciones no existe un acuerdo viable y beneficioso para todas las partes que no sea la humillación de todo el pueblo griego.
Estas propuestas principalmente destacan la insistencia del FMI en una austeridad severa y disciplinaria y hacen más oportuna que nunca la necesidad de que las principales potencias europeas aprovechen el momento y lleven a cabo iniciativas que de una vez por todas pongan un final definitivo a la crisis de la deuda soberana de Grecia, una crisis que afecta a otros países europeos y amenaza el futuro mismo de la integración regional.
Compatriotas griegos,
Ahora mismo descansa sobre nuestros hombros la responsabilidad histórica frente a las luchas y sacrificios del pueblo griego para la consolidación de la democracia y soberanía nacional. La responsabilidad por el futuro de nuestro país.
Y esta responsabilidad requiere que respondamos al ultimátum basándonos en la voluntad soberana del pueblo griego.
Hace poco tiempo, en una reunión del gabinete, sugerí la organización de un referéndum para que el pueblo griego pudiera decidir de una manera soberana.
La sugerencia fue aceptada unánimemente.
Mañana, la Cámara de representantes será convocada de urgencia para ratificar la propuesta del gabinete de cara a un referéndum el próximo domingo, 5 de julio, sobre la consulta de aceptar o rechazar la oferta de las instituciones.
Ya he informado de mi decisión al presidente de Francia y a la canciller de Alemania, al presidende del BCE, y mañana mi misiva le pedirá a los líderes de la UE y las instituciones extender por algunos días el actual programa de liquidez para que el pueblo griego pueda decidir libre de cualquier tipo de presión o chantaje, como requieren la Constitución de nuestro país y la tradición democrática de Europa.
Compatriotas griegos,
Ante el chantaje del ultimátum, que nos exige aceptar una severa y denigrante austeridad sin fin y sin ninguna expectativa de recuperación social y económica, os pido que respondáis de manera orgullosa y soberana, como la historia del pueblo griego lo demanda. Ante el autoritarismo y la austeridad inflexible, responderemos con democracia, en calma y decisivamente.
Grecia, la cuna de la democracia, enviará una respuesta democrática resonante a Europa y a todo el mundo.
Estoy personalmente comprometido a respetar el resultado de vuestra elección democrática, cualquiera que sea.
Y estoy absolutamente convencido de que vuestra decisión honrará la historia de nuestro país y enviará un mensaje de dignidad al mundo. En estos momentos críticos, todos debemos recordar que Europa es el hogar común de los pueblos. En Europa no existen dueños e invitados. Grecia es y seguirá siendo una parte integral de Europa, así como Europa es una parte integral de Grecia. Pero sin democracia, Europa será una Europa sin identidad y sin rumbo.
Os invito a todos a demostrar unidad nacional y calma para optar por la decisión correcta.
Por nosotros, por las futuras generaciones, por la historia de los griegos.
Por la soberanía y la dignidad de nuestro pueblo.
Syriza agradece a uno de los arquitectos del neoliberalismo en México que colabore en el diseño de las reformas que el gobierno griego quiere aplicar
El 16 de septiembre de 1992 los especuladores forzaron la devaluación de la libra esterlina. Inglaterra buscaba mantener la paridad en 2.7 marcos por libra esterlina. Pero ese objetivo era insostenible porque su tasa de inflación era superior a la de Alemania. Los especuladores no perdieron tiempo. A pesar del incremento de las tasas de interés en Londres, George Soros y otros pasaron a la ofensiva. El Banco de Inglaterra perdió la batalla y Soros se embolsó más de mil millones de dólares, convirtiéndose en campeón de la especulación en los mercados de divisas.
En 2009 Soros donó 50 millones de dólares para crear el Instituto de Nuevo Pensamiento Económico (INET, por sus siglas en inglés) y permitir a una nueva generación de economistas afrontar los desafíos del siglo XXI. El balance de los primeros años de vida del INET es desigual y está lejos de haber generado grandes cambios en el pensamiento económico. La semana pasada organizó una conferencia en París con el curioso título Libertad, igualdad y fragilidad (ineteconomics.org).
El acto estelar de la conferencia fue el diálogo entre Joseph Stiglitz y Yanis Varoufakis, ministro de Finanzas de Grecia. Durante más de una hora Stiglitz hizo preguntas más o menos apacibles sobre el futuro de Grecia en la eurozona.
Entre los temas examinados destacan la austeridad y las metas de superávit primario que la troika impuso a Grecia, en especial la meta equivalente a 4.5 por ciento del PIB. En un momento de la conversación (minuto 32) Stiglitz comenta que ningún país ha generado un superávit primario tan importante y pregunta (escandalizado): ¿cómo es posible que el gobierno anterior a Syriza hubiera aceptado semejante compromiso y cómo es posible que la troika lo hubiera impuesto?
Parece que ni Stiglitz ni Varoufakis conocen la historia reciente de América Latina y su experiencia en materia de programas de ajuste. Uno de los rasgos distintivos de la región es que la mayoría de los países mantuvo un superávit primario durante la mayor parte del periodo 1990-2007. En el caso de México, la base de datos del economista mexicano Marcos Chávez, revela que entre 1983 y 2008 el superávit primario promedió 3.6 por ciento. En el periodo 1988-1992 el superávit primario alcanzó un promedio de ¡7.6 por ciento!
Cabe recordar que el superávit primario se genera cuando el gasto público (sin contar cargas financieras) es inferior a los ingresos. La prioridad es el servicio de la deuda y los objetivos de desarrollo y bienestar de la población pasan a segundo plano.
Los datos revelan que durante 25 años las finanzas públicas en México estuvieron orientadas a generar un superávit primario para cubrir cargas financieras, manteniéndose estancada (o declinando) la inversión en salud, educación, vivienda, transporte e infraestructura, agricultura, industria, medio ambiente e investigación científica. Si a Stiglitz le escandaliza el 4.5 por ciento impuesto por la troika, ¿qué diría de la experiencia mexicana? Los resultados están a la vista: el Estado mexicano se desintegra como resultado de perseverar en el experimento neoliberal.
La respuesta a la segunda parte de la pregunta es evidente, pero por diplomacia Varoufakis prefirió no responder. La austeridad no es una medida de técnica económica. Es un instrumento de guerra social que busca destruir las bases del estado de bienestar y del desarrollo.
Otro tema de la conversación fue la salud de los bancos en Grecia. El Fondo Helénico de estabilización fue el conducto del rescate (37 mil millones de euros) que la troika quiere ahora que sea pagado con recursos del superávit primario, pero los niveles de cartera vencida (e incobrable) de los bancos griegos siguen siendo muy elevados. Aquí entra en escena José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE.
Varoufakis menciona que la OCDE colabora en el diseño de las reformas que el gobierno de Syriza quiere aplicar y agradece tal ayuda bajo los auspicios de José Ángel Gurría. Claro que hay fórmulas de diplomacia, pero me pregunto si los ministros de Syriza conocen la trayectoria de Gurría, especialmente como secretario de Hacienda. Se trata de uno de los arquitectos del neoliberalismo en México y de un defensor del superávit primario. Cuatro años después de que el sistema bancario quebrara a raíz de la crisis de 1994, Gurría propuso la conversión a deuda pública de la montaña de pagarés que el gobierno había entregado a los bancos para remplazar la cartera vencida con títulos rentables. A la fecha, este rescate bancario (fraudulento y anticonstitucional) sigue manteniendo una fuerte hipoteca sobre las finanzas públicas en México.
La peor metáfora utilizada en la conferencia es la de Rob Johnson, director ejecutivo de INET. Señalando que a nadie le gusta un emperador desnudo, afirmó que nuestro objetivo aquí en el INET es confeccionar el nuevo vestuario del emperador. Yo hubiera preferido escuchar que el objetivo era deshacerse del emperador.
@anadaloficial
El triunfo electoral de Syriza, la coalición de la Izquierda radical griega, ha supuesto el inicio de un nuevo ciclo político en Europa. Este proceso tendrá consecuencias a escala planetaria en la medida en que logre desarrollar una crítica práctica al orden neoliberal impuesto desde las instituciones de la UE, reforzado desde el sistema intergubernamental de Bretton Woods.