El miedo paraliza, la organización moviliza

x OLEP/Fragua

En la presente campaña electoral hemos visto de todo, ataques, fraudes adelantados, publicidad anticipada, propaganda negativa apócrifa y un elemento más, el aumento en la violencia cotidiana, pero también en actos de amenaza o coacción del voto en las colonias, en los barrios y en los pueblos.

No pasa un día sin que veamos en la prensa descabezados, masacres, golpizas, asaltos, desapariciones, asesinatos de toda índole. Ante esto debemos preguntarnos si hay un aumento en la violencia en los últimos meses o sólo un aumento en la exposición a la violencia en la prensa, la radio y la televisión. En cualquiera de los dos casos resulta al menos sospechoso que la violencia aumenta como telón del circo electoral.

¿Qué pueden ganar los burgueses y su gobierno con este clima que enrarece las elecciones? A la burguesía le interesa que la gente participe en las elecciones sólo en la medida en que esta participación pueda ser utilizada para darle un espaldarazo al régimen, una participación que éste acotada por el puro ejercicio del voto. Que la gente vote y se vaya a su casa, que no proteste ante los resultados, que asuma que “ganó quien tenía que ganar” porque “en la democracia alguien tiene que ganar”.

Por ello al Estado y a la clase de los patrones les interesa que cuando salgamos al trabajo caminemos con miedo de los que nos rodean: no hay que cruzar palabra con nadie, no vaya a ser un delincuente, no hay que asistir a las reuniones públicas; no vaya a salir un anarquista loco a aventar piedras, no hay que salir de casa a hablar entre vecinos; no vaya a ser que ocurra una balacera entre narcomenudistas, en fin, no vaya a ser que pase algo. Quieren mantenernos inmóviles y temerosos.

A los poderosos les interesa que tengamos miedo de salir a la calle, de protestar, de reunirnos y, muy importante, quieren que le tengamos miedo al cambio y no nos referimos aquí al simple cambio de partido en el gobierno, sino a un cambio profundo, en cómo funciona la sociedad. Y para que ocurra este cambio, algo tiene que pasar. Ese algo es la organización del pueblo colonia por colonia, calle por calle, en los talleres, en las fábricas, en la oficina, en las escuelas. Pero ellos nos quieren meter miedo, “no vaya a pasar como en Venezuela” nos dicen. “miren a Cuba, cómo la gente es muy pobre”, aseguran. Utilizan el miedo natural que nos da la incertidumbre de no saber si vamos a regresar a casa para que tengamos miedo incluso de nuestra sombra, de nuestros vecinos, de nuestros compañeros.

A penas iniciaron las campañas presidenciales y ya tenemos en la ciudad de México una supuestamente guerra declarada entre cárteles de la droga, una guerra en la que está involucrada, como territorio en disputa, la universidad nacional autónoma de México.Debemos recordar que es en la ciudad universitaria de la UNAM en donde se han dado algunas de las reuniones multitudinarias de los candidatos de oposición en las elecciones. Debemos recordar que es en las universidades donde se han organizado con mayor participación y ánimo los movimientos de apoyo y de protesta en los fraudes electorales. ¿No parece demasiada coincidencia que se den actos de violencia en CU en estos días? ¿No parece muy cómodo para el régimen que haya voces pidiendo la intervención del ejército y la policía en un lugar donde los jóvenes se organizan y protestan a la menor provocación? ¿No parece sospechoso que las colonias donde hay fuerte presencia de narcomenudistas han sido bastión de los movimientos sociales?

Lo hemos dicho en otros números de FRAGUA, lo que le interesa a la burguesía y a su Estado es que el miedo puede paralizar. Debemos convertir ese miedo que paraliza, ese alambre que nos mantiene atados e inmóviles en un resorte que impulse la lucha, pues solamente con resistencia, organización y lucha podremos hacerle frente al neoliberalismo y a su política terrorista. Desde la Organización de Lucha por la Emancipación Popular llamamos a todos los trabajadores a la organización. Hagámosle frente a nuestros miedos, que no nos sigan cuenteando los burgueses. Unidos los proletarios somos más, unidos seremos la peor pesadilla de la burguesía!

¡Luchar con dignidad con el pueblo organizado, luchar hasta vencer!

NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección ANÁLISIS del No. 34 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Mayo-Junio 2018.

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