Acuerdo neocolonial y punto de bifurcación en Siryza
Está hecho. No hay vuelta atrás. Alexis Tsipras logró que el parlamento apruebe el catálogo de imposiciones europeas denominado “acuerdo”
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Está hecho. No hay vuelta atrás. Alexis Tsipras logró que el parlamento apruebe el catálogo de imposiciones europeas denominado “acuerdo”
En las negociaciones entre el gobierno heleno y el Eurogrupo, Tsipras aceptó finalmente un acuerdo que ponía el énfasis en las medidas de austeridad, pero con algún margen para poder presentarse ante la población griega. “Un mal acuerdo, pero que también rechazó el FMI dos días después”, afirma Sergi Cutillas, integrante del Comité de la Verdad de la Deuda Griega y miembro de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD). En el fondo, “han pedido la cabeza de Tsipras como mensaje de disciplina, para evitar que cunda el ejemplo de que se le puede doblar el brazo a la Troika”. ¿Qué han supuesto los dos “rescates” (en los años 2010 y 2012) para Grecia? La deuda pública pasó del 130% del PIB en 2010 a cerca de un 180% en la actualidad. Además, “han destruido el país y lo han llevado a una situación de crisis humanitaria”, concluye el economista. El 5 de julio los ciudadanos griegos decidirán en referéndum si aceptan la extensión del programa de rescate (15.000 millones de euros) y las medidas de austeridad y recorte que implica.
1. ¿Por qué Syriza ha convocado un referéndum en apenas una semana?
El Primer Ministro griego, Alexis Tsipras, tres días después del ultimátum que le dieron los acreedores, tomó la decisión de convocar un referéndum que se celebrará solo diez días después de este ultimátum.
Tsipras fue elegido hace cinco meses en base a un programa político contra la austeridad y los programes de rescate (eufemísticamente llamados ‘Memorándum’).
Compatriotas griegos,
Desde hace ya seis meses, el Gobierno griego ha estado librando una batalla en condiciones de asfixia económica sin precedentes, con el fin de implementar el mandato que el pueblo nos legó el 25 de enero. El objetivo por el que estábamos negociando con nuestros socios era poner fin a la austeridad y permitir así que la prosperidad y la justicia social regresaran a nuestro país.
Era una propuesta por un acuerdo sustentable que respetara tanto la democracia como las leyes comunes de Europa y que nos condujera finalmente a una salida de la crisis.
A lo largo de este período de negociaciones se nos ha pedido implementar los acuerdos pactados por los anteriores gobiernos mediante los memorandos, a pesar de que estos fueran categóricamente condenados por el pueblo griego en las recientes elecciones.
Sin embargo, ni por un momento pensamos en rendirnos y traicionar vuestra confianza.
Desafortunadamente, luego de cinco meses de duras negociaciones, nuestros socios han emitido en el Eurogrupo de antes de ayer un ultimátum a la democracia griega y a su pueblo.
Un ultimátum contrario a los principios fundacionales y a los valores de Europa, los valores de nuestro proyecto común europeo.
Ha demandado que el Gobierno griego acepte una propuesta que suma una nueva carga insostenible sobre el pueblo griego y que socava la recuperación de la sociedad y la economía griega. Una propuesta que no sólo perpetúa el estado de incertidumbre, sino que acentúa aún más las desigualdades sociales.
La propuesta de las instituciones incluye: Medidas que conducen a una mayor desregularización del mercado laboral, recortes en las pensiones, más reducciones en los salarios del sector público y un incremento en el IVA de alimentos, restaurantes y turismo, mientras que elimina las exenciones tributarias de las islas griegas.
Estas propuestas violan directamente los derechos sociales y fundamentales de Europa: Demuestran que respecto al trabajo, la igualdad y la dignidad, en la mira de algunos de los socios e instituciones no existe un acuerdo viable y beneficioso para todas las partes que no sea la humillación de todo el pueblo griego.
Estas propuestas principalmente destacan la insistencia del FMI en una austeridad severa y disciplinaria y hacen más oportuna que nunca la necesidad de que las principales potencias europeas aprovechen el momento y lleven a cabo iniciativas que de una vez por todas pongan un final definitivo a la crisis de la deuda soberana de Grecia, una crisis que afecta a otros países europeos y amenaza el futuro mismo de la integración regional.
Compatriotas griegos,
Ahora mismo descansa sobre nuestros hombros la responsabilidad histórica frente a las luchas y sacrificios del pueblo griego para la consolidación de la democracia y soberanía nacional. La responsabilidad por el futuro de nuestro país.
Y esta responsabilidad requiere que respondamos al ultimátum basándonos en la voluntad soberana del pueblo griego.
Hace poco tiempo, en una reunión del gabinete, sugerí la organización de un referéndum para que el pueblo griego pudiera decidir de una manera soberana.
La sugerencia fue aceptada unánimemente.
Mañana, la Cámara de representantes será convocada de urgencia para ratificar la propuesta del gabinete de cara a un referéndum el próximo domingo, 5 de julio, sobre la consulta de aceptar o rechazar la oferta de las instituciones.
Ya he informado de mi decisión al presidente de Francia y a la canciller de Alemania, al presidende del BCE, y mañana mi misiva le pedirá a los líderes de la UE y las instituciones extender por algunos días el actual programa de liquidez para que el pueblo griego pueda decidir libre de cualquier tipo de presión o chantaje, como requieren la Constitución de nuestro país y la tradición democrática de Europa.
Compatriotas griegos,
Ante el chantaje del ultimátum, que nos exige aceptar una severa y denigrante austeridad sin fin y sin ninguna expectativa de recuperación social y económica, os pido que respondáis de manera orgullosa y soberana, como la historia del pueblo griego lo demanda. Ante el autoritarismo y la austeridad inflexible, responderemos con democracia, en calma y decisivamente.
Grecia, la cuna de la democracia, enviará una respuesta democrática resonante a Europa y a todo el mundo.
Estoy personalmente comprometido a respetar el resultado de vuestra elección democrática, cualquiera que sea.
Y estoy absolutamente convencido de que vuestra decisión honrará la historia de nuestro país y enviará un mensaje de dignidad al mundo. En estos momentos críticos, todos debemos recordar que Europa es el hogar común de los pueblos. En Europa no existen dueños e invitados. Grecia es y seguirá siendo una parte integral de Europa, así como Europa es una parte integral de Grecia. Pero sin democracia, Europa será una Europa sin identidad y sin rumbo.
Os invito a todos a demostrar unidad nacional y calma para optar por la decisión correcta.
Por nosotros, por las futuras generaciones, por la historia de los griegos.
Por la soberanía y la dignidad de nuestro pueblo.