Hacia la paz en Siria y Líbano
x Thierry Meyssan
Como consecuencia de la derrota de las potencias occidentales en su guerra contra Siria, los presidentes de Estados Unidos y Rusia llegaron a un conjunto de acuerdos cuya aplicación ya empieza a concretarse en el Gran Medio Oriente. Las próximas etapas deberían ser la retirada de las tropas estadounidenses presentes en Irak y en Siria, la expulsión de las tropas de Turquía desplegadas en el noroeste de Siria, el regreso de Irán al concierto de naciones y el establecimiento de una forma de gestión ruso-siria en Líbano.
Los resultados de los acuerdos de la cumbre Putin-Biden realizada en Ginebra, el 16 de junio de 2021, están entrando en una nueva etapa en el Gran Medio Oriente o Medio Oriente ampliado: las fuerzas militares extranjeras que ocupan territorios en Siria están a punto de retirarse. Después de 12 años de masacres, hoy parece terminarse la guerra contra la República Árabe Siria.
El presidente sirio Bachar al-Assad acaba de visitar el Kremlin. Nada se filtró sobre el encuentro entre ambos presidentes, pero parece que Moscú ejercerá algún tipo de supervisión en Siria y Líbano a partir de las elecciones legislativas libanesas que deben realizarse en mayo de 2022. Si Washington no respeta su palabra, Siria podría convertirse en miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alianza militar surgida alrededor de la Federación Rusa. En ese caso, el apoyo de Rusia al gobierno de Damasco se incrementaría considerablemente ya que la República Árabe Siria pasaría del estatus de “país amigo” al de “país aliado”. Toda amenaza contra la seguridad de Siria sería considerada entonces una amenaza contra la seguridad de Rusia.
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