La usurpadora boliviana no tiene quien la escriba

x Ollantay Itzamná

Gabriel García Márquez, en 1961, en su obra: “El Coronel no tiene quién le escriba”, describió las penurias y adversidades que vivió un Coronel retirado, luego de librar la Guerra de los Mil Días, en la Costa Atlántica colombiana, esperando un correo con el cheque de su jubilación que jamás llegó.

En su situación de carestía total, el Coronel centra sus esperanza en el gallo de pelea que su hijo le heredó. Alimenta, incluso con sus últimos centavos al gallo de pelea que espera pelear y ganar algún día…. En la última parte de la novela, ante la pregunta recriminatoria de su esposa Úrsula: ¿Qué comeremos si el gallo pierde la pelea?, el Coronel responde: entonces comeremos mierda.

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