Vivienda digna y justicia. Los damnificados del capitalismo
x OLEP/Fragua
Ya pasaron casi cuatro meses desde que un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter sacudió el centro del país. Cuatro meses de idas y venidas, sinsabores, negativas por parte de las autoridades de los diferentes estados y el cinismo de los empresarios quienes buscan “ayudarnos”, dejándonos más endeudados.
Las marchas cada vez se hacen más pequeñas, los acopios poco a poco desaparecen y la solidaridad se apaga en medio de las fiestas de fin de año y la cuesta de enero. Cierra el 2017 y parece que todo quedará en el pasado; el 2018 es año electoral y el dinero se irá a las campañas, lo normal. Mientras, nosotros seguimos sin techo, con polines junto a la cama y con deudas y grietas que no paran de crecer.