La manipulación de Argentina
A dos meses de la muerte de Nisman la investigación sobre su asesinato o suicidio se ha estancado. La fiscalía no corrobora hipótesis, no define imputados y no esclarece móviles. Las causas del fallecimiento siguen en la penumbra, nadie explica la desaparición de los custodios y crece el misterio por el desorden en la escena del crimen. Persisten, además, las discrepancias entre los peritos y todas las pruebas se esfumaron. Pero en este caos se han reflotado varios datos de la trama que rodea a los atentados de la embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994).