El nuevo aeropuerto: negocio y corrupción de la burguesía
x OLEP/Fragua
“¡El Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NACM) es la obra más grande e importante de los últimos tiempos”. “Traerá progreso y bienestar al país!” Es lo que escuchamos a diario en radio y televisión y, sin duda, este tema ha marcado las elecciones presidenciales de 2018. A pesar de que desde 2014 se dio el banderazo para iniciar las obras del aeropuerto y pese a las protestas de los pobladores de la región y la comunidad científica que alertaron sobre la problemática desde el lejano año 2001. Diecisiete años después el circo electoral ha dotado de reflectores la problemática del nuevo aeropuerto.
Es mentira que sea sólo el capricho de una persona que se opone a la construcción del NACM; la mayoría del pueblo, la clase trabajadora, estamos conscientes de que dicha obra, además de causar un daño al ambiente, no es para nuestro beneficio. Así lo revela también la reciente información sobre cómo se financia y quiénes se benefician de los contratos para las diversas obras del Nuevo Aeropuerto.