Puerto Chiapas un nuevo espacio capitalista trasnacional
Por increíble que pueda parecer el gobierno federal de México afina la llegada de inversiones multimillonarias a un puerto que no existía cuatro décadas atrás, proyectándolo como estratégico en la dinámica de saqueo de materias primas, explotación de recursos naturales, el impulso de la agro-hidro-minería y la dominación de mercados tanto en Chiapas como en Guatemala, El Salvador y Honduras, principalmente.
Con la entrega de más de 8 mil hectáreas al capital trasnacional y el diseño de obras de infraestructura entre las que destacan la rehabilitación del ferrocarril Chiapas-Mayab operado por una empresa extranjera, la ampliación del puerto entregada a sectores privados para su administración, la construcción de un gasoducto de Salina Cruz a Puerto Chiapas por parte de la empresa española Enagas, el establecimiento de parque eólicos solares de Iberdrola y Grupo Azteca fundamentalmente, y de industrias extractoras y procesadores de Palma Africana, entre las principales acciones; comienza en esa región frontera entre México y Guatemala, la conformación de un clúster económico y social donde coinciden las actividades portuarias, una Zona Económica Especial la de Puerto Chiapas, una zona turística y la conformación de una Parque Agrologístico dedicado al proceso y exportación de productos frutales básicos de la región como el plátano, el café , la palma africana y el mango. A ello suma la visualización de la construcción de un complejo minero-industrial que impulse más fuertemente el extractivismo minero en toda la región y las demandas de minerales por parte de Estados Unidos y China principalmente.