El imperialismo acecha Venezuela. ¡Quédate en casa… yankee!

x OLEP/Fragua

EN EL CONTEXTO de la crisis sanitaria a nivel mundial, la garra del imperialismo estadunidense vuelve a amenazar, una vez más, al pueblo hermano de Venezuela. El Departamento de Estado de los Estados Unidos de América (EUA) publicó en su página web oficial una denuncia contra autoridades del Gobierno constitucional venezolano (26 de marzo de 2020), pues, según EUA, forman parte de un supuesto cartel dedicado al narcotráfico que, desde 1999, viene sosteniendo “negocios” con el extinto grupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), actualmente un partido político.

Como si se tratase de una película de Hollywood en la que EUA salva el mundo, aquí también el gobierno estadunidense busca “salvar” a este pueblo del Caribe, acabando con la “dictadura” de Nicolás Maduro, para así encarrilarlo en la vía de “la transición a la democracia” nos dice Mike Pompeo, el actual Secretario de Estado… Pero, los hechos nos revelan los verdaderos intereses de esta ficción imperialista encabezada por el presidente y empresario Donald Trump.

Si el verdadero propósito del gobierno estadunidense fuera, por ejemplo, terminar con el flujo de cocaína que socava “la salud y el bienestar del país” como han afirmado fiscales de diferentes distritos; entonces sería Colombia, y no Venezuela, el país protagonista de esta ficción al estilo Hollywood. Al respecto, nos podemos preguntar: ¿por qué tal acusación si Colombia es un país democrático con un gobierno constitucional legítimo?

Según el reporte anual (2019), de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Colombia rompió récord en el incremento de la producción de cocaína, pues, durante aquel año, este país representó la sede de más del 70% de la producción de esta droga en el mundo. Además, el reporte de la agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos dedicada a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas (mejor conocida como DEA, por sus siglas en inglés), coincide con el de las Naciones Unidas: en todos sus informes hasta 2019, Colombia se posiciona como “fuente primaria para la cocaína capturada en Estados Unidos”.

Este reporte, por lo demás disponible en la página web de la DEA, nos dice que el 90% de cocaína analizada fue de origen colombiano; 6% de origen peruano; y 4% de origen desconocido. En otras palabras, los registros de esta agencia federal no detectan droga proveniente de Venezuela.

Entonces, ¿por qué días después de que el gobierno estadunidense anunciara “la más grande operación antidroga llevada a cabo en el hemisferio occidental”, se despliega toda una armada en el Caribe contra tierras bolivarianas y no contra Colombia? Porque toda esta ficción del combate a los cárteles de la droga busca desviar la atención de lo que realmente significa: una medida de presión contra el gobierno constitucional y legítimo de Nicolás Maduro para justificar una posterior incursión militar por parte de EUA, o por grupos paramilitares provenientes de Colombia.

Este hecho se suma a la larga lista de acciones que buscan desestabilizar al pueblo hermano de Venezuela, pues este pueblo le ha plantado cara al imperialismo estadunidense; ha desafiado al capitalismo en su lucha por transitar hacia una sociedad más justa y humana como lo es el socialismo. En otras palabras, el pueblo venezolano ha decidido caminar, como en su momento lo decidió Cuba, hacia una sociedad que está en función de los intereses de la clase trabajadora. Y este caminar se puede ver, hoy por hoy, en el hecho de que Venezuela y Cuba, a pesar de padecer los bloqueos económicos impuestos por EUA, son la vanguardia en la lucha contra el nuevo virus a nivel mundial. Porque, mientras estos países disponen todo a su alcance para combatir la propagación dentro de ellos y en otros pueblos como muestra de solidaridad, EUA se rehúsa a acatar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La diferencia entre socialismo y capitalismo se traduce, en el caso de la actual crisis sanitaria, como la diferencia entre un gobierno de y para la clase trabajadora que considera más importante la vida y los intereses de los trabajadores que la ganancia privada; mientras que, por otra parte, en el capitalismo se considera más valiosa la ganancia privada de unos cuantos empresarios que la vida de los trabajadores.

Sólo hay que voltear a ver cómo EUA se ha vuelto, en tan poco tiempo, el centro del contagio del nuevo virus: 1.05 millones de personas contagiadas; y 60,384 personas fallecidas según la Universidad Johns Hopkins. Estas cifras dicen mucho si las contrastamos con las de Venezuela: 329 personas infectadas; 10 personas fallecidas; 142 personas recuperadas. (Actualización de cifras: 29 de abril de 2020).

Aunque la crisis por el Covid-19 es un problema epidemiológico en primera instancia, la magnitud de sus efectos tiene una raíz política, una raíz que tiene que ver en el cómo se organiza la sociedad, pues los casos de Cuba y Venezuela, con sistemas de salud pública eficientes, resultado de su orientación socialista, ha permitido hacerle frente a la epidemia; mientras que EUA y su defensa del capitalismo ha demostrado, con un sistema de salud privado, su poca eficiencia frente a la actual situación, no obstante que es una de las dos economías más grandes del mundo.

Los casos de Venezuela y Cuba nos deben servir a nosotros los mexicanos como ejemplos de lucha de los pueblos por su autodeterminación; como ejemplos de sociedad a los que debemos aspirar si queremos un gobierno de y para la clase trabajadora de nuestro país, una sociedad socialista. Como dijera V.I. Lenin, gran revolucionario ruso, “es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía.”

Bajo esa condición en la que nos está permitido soñar, como Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP) hemos desarrollado un Programa Mínimo de Lucha que nos permita avanzar en la construcción del socialismo en México a través de la solución de las demandas más sentidas de nuestro pueblo. Por eso te invitamos a que lo conozcas, lo discutas y lo hagas tuyo, para así avanzar en la construcción del socialismo en nuestro país.

NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección Internacional del No. 53 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Mayo, 2020.

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