De buenos deseos, coyunturas y realidades: México 2018, elecciones y fragmentaciones (parte I)
x Ricardo Armando Flores y Viridiana Alarcón
Las coyunturas electorales despiertan fantasías y desempolvan proyectos añejos. Aunque, quizás, y con mayor exactitud, también nos permiten tomar el pulso de la conciencia política de una sociedad. En todas partes en donde impera la “democracia”, las coyunturas electorales revelan el conflicto entre los diversos proyectos políticos que disputan los espacios estatales para su realización.
En México, patio trasero y fosa común del capital trasnacional (legal e ilegal), las coyunturas electorales destapan y crean viejas disputas, nuevas alianzas, sorpresas surreales y, además, ejecuciones extrajudiciales o desapariciones forzadas. Basta con hacer un recuento de las últimas tres elecciones en México para percatarse cómo la izquierda, tanto institucional como aquella “revolucionaria”, se define a partir de dichas coyunturas. No hay grupo, colectivo, “partido”, liga, organización o grupo armado que defina sus estrategias, a corto o mediano plazo, sin considerar que aproximadamente 83 millones de mexicanos están llamados a votar cada seis años en las elecciones presidenciales.
Pero ¿qué se juega en las elecciones en general? Frente a esta pregunta se definen los horizontes en los que se mueven las izquierdas en México. Veamos.