Los Tribunales de Nuremberg y de Tokio permitieron a los Aliados exponer los crímenes que las potencias del Eje habían perpetrado durante la Segunda Guerra Mundial y, al mismo tiempo, justificar el precio de su propia victoria y su dominación sobre el mundo. Bajo ese mismo esquema, Washington creyó poder juzgar y condenar a 120 dirigentes sirios, incluyendo al presidente Bachar al-Assad, para justificar su propia guerra y el derrocamiento de la República Árabe Siria. No tenía más que inventar los crímenes…
¿Qué le espera a Idlib?
x Leila al Shami
El régimen sirio está decidido a reconquistar todo el territorio que ha perdido. Ayudado por bombarderos rusos y tropas iraníes, y envalentonado tras haber conseguido aterrorizar a las poblaciones de Guta y Daraa hasta someterlas, el gobierno del presidente Bashar al Assad ataca ahora Idlib, la última provincia que permanece fuera de su control. Idlib alberga a unos tres millones de personas, la mitad de ellas desplazadas o evacuadas por la fuerza a la provincia desde otros lugares. Son muchas las que están hacinadas en campamentos insalubres o durmiendo al aire libre.
Desde hace días las tropas del régimen se han concentrado en la frontera de Idlib y han lanzado octavillas en las zonas residenciales pidiendo a los sirios que acepten la “reconciliación” o que se atengan a las consecuencias. Al mismo tiempo, Rusia ha estado enviando refuerzos a su base naval en Tartus.