Nicaragua : USAID, CIA, ONG
x Hernando Calvo Ospina
La defensa de la democracia y la cooperación de EEUU solo sirven para lograr sus intereses, y para ello utiliza a todos sus aparatos de politica exterior. Nicaragua es un ejemplo.
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La defensa de la democracia y la cooperación de EEUU solo sirven para lograr sus intereses, y para ello utiliza a todos sus aparatos de politica exterior. Nicaragua es un ejemplo.
Los afganos se han convertido en la tercera nacionalidad con más personas (2,6 millones) registradas como refugiados ante el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), después de los sirios (6,7 millones) y de los venezolanos (4 millones).
Desde que los talibanes tomaron la capital afgana –sin disparar un tiro–, unas 123 000 personas, entre ellas 5 500 con la nacionalidad estadounidense, fueron evacuadas desde Kabul por las tropas de Estados Unidos, mientras que Reino Unido y Australia también evacuaban grandes cantidades de personas.
Pero esos evacuados son raramente pacíficos traductores o empleados de los ocupantes anglosajones. Se trata principalmente de miembros de las unidades especiales afganas –la Khost Protection Force y la Dirección Nacional de Seguridad– formadas por la CIA para realizar lo que el Pentágono denomina como «tareas de contrainsurgencia». Muchos de ellos cometieron crímenes peores que los que se atribuyen a los talibanes y ahora tratan de escapar a la venganza de la población o temen ser juzgados.
Leer másEl candidato presidencial ecuatoriano Yaku Pérez ha apoyado golpes en Bolivia, Brasil, Venezuela y Nicaragua. La campaña de su partido Pachakutik, respaldado por Estados Unidos y supuestamente de “izquierda” ambientalista, es promovida por lobistas corporativos de la derecha.
La elección presidencial del Ecuador del 7 de febrero concluyó con una sorpresa: el conteo rápido publicado por el Consejo Nacional Electoral del país pareció enseñar a un candidato poco conocido, llamado Yaku Pérez Guartambel, en segundo lugar, asegurando una victoria estrecha sobre el candidato de derecha Guillermo Lasso, un banquero con una influencia importante en el país.
La mayoría de las encuestas habían predicho una carrera presidencial que se reduciría a dos candidatos, que difícilmente podían ser más diferentes: por un lado el banquero conservador Lasso, quien tenía el apoyo de las élites ecuatorianas y los Estados Unidos, que ya se había lanzado, sin éxito, a la presidencia dos veces previas a esta; mientras que en el otro estaba un joven economista de izquierda, Andrés Arauz, quien sigue los pasos del ex presidente socialista Rafael Correa y quiere traer de vuelta a su Revolución Ciudadana.
Pero mientras las encuestas consistentemente lo tenían llegando en tercer lugar, Yaku Pérez se mantuvo en la carrera hasta el final. Y, a diferencia de Lasso, Pérez nunca le demostró lealtad a la derecha; se lanzaba como candidato con lo que había sido mercadeado como una campaña progresista y ambientalista.
Leer másx Agustín Velloso
El editorial de La Jornada del día 11 de noviembre plantea este último ataque con sencillez y contundencia:
“un producto característico de los grupos adinerados que no toleran gobiernos independientes de sus designios y ajenos a sus intereses y que controlan, además de porciones principales de la economía, la masa de medios informativos” (…) “las oligarquías del subcontinente y el poder neocolonialista de Washington mantienen vigente entre sus recursos el golpe de Estado.”
El 10 de noviembre Resumen Latinoamericano profundiza más en el papel de los instigadores:
“El virtual golpe de Estado oligárquico y fascista contra el pueblo y sus máximos dirigentes legítimamente elegidos el pasado 20 de octubre, viene a coronar la ejecución programada, planificada y premeditada del recurso de la violencia militar que suelen emplear los intereses de Washington, la extrema derecha y la minoría oligarca, cuando un gobierno de América Latina pretende beneficiar a las mayorías sociales y lucha por su independencia.”
Ambos editorialistas mencionan el poder económico y el control sobre los medios de comunicación coronados por el golpe de Estado como las principales armas que emplean los agresores.
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