Irak, la Revolución de Octubre de 2019 y el conflicto entre Irán y Estados Unidos

x Dirk Adriaensens/ Global Research

Aumenta la rivalidad entre Estados Unidos e Irán

El 29 de agosto de 2019 International Crisis Group publicó un informe en el que pedía que no se resolviera en Irak el conflicto entre Estados Unidos e Irán:

“En junio se dispararon varios proyectiles contra unas instalaciones estadounidenses en Irak y en julio-agosto varias explosiones destruyeron los centros de almacenamiento de armamento y un convoy de grupos paramilitares iraquí vinculados a Irán. Esos incidentes contribuyeron a llevar las tensiones entre Estados Unidos e Irán al borde de la confrontación y pusieron de relieve lo peligrosa que era la situación en Irak y el Golfo.

Aunque hasta ahora Estados Unidos e Irán no han tenido un enfrentamiento directo entre ambos, están forzando al gobierno iraquí a tomar partido. Los dirigentes iraquíes se esfuerzan denodadamente para mantener la neutralidad del país. Pero las cada vez mayores presiones externas y polarización interna amenazan la supervivencia del gobierno.

¿Qué hay que hacer? Estados Unidos e Irán deben evitar involucrar a Irak en su rivalidad ya que ello minaría la frágil estabilidad de Irak después de su lucha contra el ISIS. Con ayuda de actores internacionales Irak debe continuar con sus esfuerzos políticos diplomáticos e internos para mantenerse neutral”.

Irak está en el ojo del huracán por motivos geográficos e históricos. La campaña de Washington para ejercer la “presión máxima” sobre Irán y la respuesta de Teherán suponen una enorme presión para el gobierno iraquí, que es socio de ambos. Estados Unidos espera que Bagdad se resista a Irán e Irán espera que Bagdad se resista a Estados Unidos, una postura casi imposible.

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El gasto militar y la tasa de ganancia

x Michael Roberts

Una recensión de La economía del gasto militar: una perspectiva marxista – por Adem Yavuz Elveren, Routledge, 2019.

El Instituto Watson de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Brown publicó su informe anual «Los costes de la guerra» la semana pasada. Se refiere solo a los costes de guerra de los Estados Unidos. Toma en consideración los gastos del Pentágono y su cuenta de Operaciones de Contingencia en el Extranjero, así como “ gastos relacionados con la guerra por parte del Departamento de Estado, gastos pasados y obligados para el cuidado de veteranos de guerra, intereses sobre la deuda contraída para pagar las guerras, y la prevención y la respuesta al terrorismo por parte del Departamento de Seguridad Nacional». El recuento final revela que:» Estados Unidos ha recaudado y está obligado a gastar un estimado de $ 5.9 billones (en dólares actuales) en la guerra contra el terrorismo hasta el año fiscal 2019, incluyendo guerra directa y gastos relacionados con la guerra y obligaciones para gastos futuros en veteranos de guerra posteriores al 11 de septiembre».

Según el informe «el ejército de los EE. UU. Está llevando a cabo actividades antiterroristas en 76 países, o alrededor del 39 por ciento de las naciones del mundo, ampliando enormemente [sus operaciones] en todo el mundo». Además, estas operaciones «han estado acompañadas de violaciones de los derechos humanos y libertades civiles, en los Estados Unidos y en el extranjero». En general, los investigadores estimaron que «entre 480.000 y 507.000 personas han sido asesinadas en las guerras posteriores al 11 de septiembre en Irak, Afganistán y Pakistán «. Esta cifra» no incluye las más de 500.000 muertes de la guerra en Siria desde 2011 cuando un levantamiento rebelde y jihadista respaldado por Occidente se enfrentó al gobierno, un aliado de Rusia e Irán. Ese mismo año, la alianza militar occidental de la OTAN liderada por Estados Unidos intervino en Libia y ayudó a los insurgentes a derrocar al líder Muammar el-Qaddafi, dejando al país sumido en un estado de guerra civil que continua.

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Al Gore, el criminal de ocho guerras mercader del ecologismo

x Nazanín Armanian

Dicen que el que mata a una persona es un asesino, el que mata miles en la guerra es un héroe y si encima se viste de verde es Superman. En la Cumbre del imperialismo verde de Madrid 2019 no podía faltar Albert «Al» Gore, el promotor del negocio Big Green, el vicepresidente del gobierno de Bill Clinton (1993-2001) y premio Nobel de la Paz por su defensa del medio ambiente, el mismo galardón que recibió Henry Kissinger por su pacifismo y sus esfuerzos por los derechos humanos de los oprimidos.

Debido a que “borrar la memoria histórica” de los ciudadanos es imprescindible para que el actual sistema siga funcionando con tranquilidad, es también imprescindible desempolvar los dos aspectos del perverso historial del Héroe Verde para quienes pretendemos cambiarlo: 1) Como el hombre de destrucción masiva bélica de Afganistán, Irak, Yugoslavia, Albania, Sudán, Liberia, Haití y Congo, y 2) El falso ambientalista, fabricado por el imperialismo verde, que con su fama protege la destrucción del medioambiente a favor de sus propios negocios y de su clase. Se trata de uno de los halcones más agresivos del Partido Demócrata, personaje especialmente oportunista, que durante su carrera ha intentado con sus discursos contradictorios ganar el voto de los ultraconservadores y también de los progresistas y después utilizarlos para los intereses más siniestros de EEUU en el mundo.

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George H. Walker Bush: La familia Bush y los cárteles de la droga mexicanos

x  Prof Michel Chossudovsky 

Donald Trump ha ofrecido intervenir en México, i. e., «ir tras los cárteles de la droga» luego del «brutal asesinato de una familia americana en México». El presidente mexicano ha declinado la generosa oferta de Trump.

En una entrevista reciente, el presidente Trump confirmó que su administración está considerando categorizar a los «cárteles de las drogas» como «terroristas», similar a Al Qaeda (con la salvedad de que son «terroristas católicos»).

Serían, por consiguiente, designados por Washington como «organizaciones terroristas extranjeras».

¿Cuál es la intención?

¿Crear una justificación para operaciones «contra-terroristas» (militares) comandadas por Estados Unidos dentro de México y latinoamérica?

¿Extender la «Guerra contra el terrorismo» a Latinoamérica? «Responsabilidad de proteger» (R2P). Ir por los «Narco-terroristas».

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El neoconservador estadounidense de línea dura Wolfowitz le reprocha a Trump no estar pensando “en la próxima guerra en Siria”

El incorregible neoconservador Falke Paul Wolfowitz criticó al presidente Donald Trump por su “traición” a los kurdos. Los Estados Unidos los necesitarían aún para la siguiente guerra en Siria. El error de Trump consistiría en pensar que las guerras pueden terminar.

x Helen Buyniski

El hombre que es considerado por la CNN como el „corazón y alma de la guerra de Irak“ advirtió, el jueves de la semana pasada, en un artículo del New York Times, que las décadas de intervención en Medio Oriente le habrían proporcionado algunos amigos a Estados Unidos en la región, particularmente a los kurdos. El haberlos hecho a un lado complicaría mucho más una intervención futura.

El supercerébro de la fracasada guerra le recuerda a Trump que los Estados Unidos solamente perdieron seis soldados, en comparación con los 11,000 soldados perdidos por la oposición que Estados Unidos apoyaba, pues los kurdos y árabes, aliados de Estados Unidos, fueron muy buenos en la guerra en contra de las milicias terroristas del Estado Islámico en Siria y en Irak, en donde sirvieron como carne de cañón. Pocos belicistas quieren observar esto realmente como una explotación en vez de una alianza, pero la amistad significa que nadie diga jamás, “Disculpa que haya transformado tu país en un semillero de conflictos sectarios”.

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Bolivia, laboratorio de una nueva ‎estrategia de desestabilización

x Thierry Meyssan

La prensa internacional nos relata con parsimonia los acontecimientos de Bolivia. ‎Describe el derrocamiento del presidente Evo Morales, señala que es un enésimo golpe ‎en la historia de ese país, pero no logra entender lo que realmente sucede. No percibe ‎el surgimiento de una nueva fuerza política, hasta ahora desconocida en Latinoamérica. ‎Thierry Meyssan señala que si las autoridades religiosas del continente no asumen ‎inmediatamente sus responsabilidades, nada podrá impedir la propagación del caos.‎


El 14 de octubre de 2019, el presidente Evo Morales anunciaba, en entrevista concedida a la ‎televisora GigaVisión, que tenía en su poder grabaciones que demostraban que personalidades de ‎la extrema derecha y ex militares estaban preparando un golpe de Estado en previsión de que ‎él volviera a ganar la elección presidencial [1].‎

Pero lo que sucedió no fue un golpe de Estado militar sino el derrocamiento del presidente ‎constitucional. Nada permite pensar que el nuevo régimen sea capaz de estabilizar el país. ‎Estamos viendo el inicio de un periodo de caos. ‎

Los motines iniciados el 21 de octubre, y que llevaron al presidente y al vicepresidente de la ‎República, a la presidente del Senado, al presidente de la Cámara de Diputados y al vicepresidente ‎del Senado a dimitir uno tras otro, no cesaron con la entronización de Jeanine Áñez, la segunda ‎vicepresidente del Senado, el 12 de noviembre. El partido político de la señora Áñez, el ‎Movimiento Demócrata Social, sólo cuenta con 4 diputados y senadores de un total de 130. Y ‎su decisión de instaurar un nuevo gobierno sin representantes de los pueblos originarios (pueblos ‎que los occidentales llamarían “indígenas”) llevó a los miembros de esos grupos étnicos a lanzarse ‎a las calles, en lugar de los grupos de matones que habían sacado del poder al gobierno del ‎presidente Evo Morales. ‎

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Óscar Ugarteche Galarza: «China ha elegido Latinoamérica para cambiar la matriz energética»

x Dabid Lazkanoiturburu

Óscar Ugarteche Galarza (Lima, 1949), es economista en la UNAM de México. Escritor e investigador de larga trayectoria y extenso currículum, desbroza el papel de China en la economía-mundo y, en concreto, en el continente latinoamericano.

Oscar Ugarteche Galarza ha aprovechado su reciente estancia en Euskal Herria –de la mano del Observatorio de Multinacionales en América Latina y de la Asociación Paz con Dignidad (Bakea eta Duintasuna Elkartea)– para bucear en los evidentes orígenes de sus ancestros: Erandio para los Ugartetxe y Aretxabaleta para los Galarza.

Usted sostiene que China lidera el cambio energético.

El Gobierno chino introdujo en 2012-2014 un conjunto de leyes para sustituir las termoeléctricas y el petróleo por energías limpias y renovables.

Sin obviar su apuesta nuclear –tiene ya 19 reactores y esta construyendo otros 19–; en cuanto a las renovables, impulsa la energía solar. Su plan es llenar China de parques solares como el que tiene en Macao, de 28 kilómetros cuadrados. Además, fabrica y exporta paneles solares, que cuestan 42 dólares menos que los americanos. La guerra comercial comenzó con aranceles a esos paneles solares.

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MUJERES RESPONDEN A RITA SEGATO, ANTES QUE FEMINISTAS MUJERES PODEROSAS DEL ARCO IRIS

x Lourdes Albornoz, Vero Azpiroz Cleñan, Aymara Choque

Las warmis, zomo, mujeres del Sur, mujeres de los territorios ancestrales entregamos nuestra palabra florida en apoyo al Presidente Evo Morales Ayma, quien por el voto popular sigue siendo presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

Entendemos que Rita Segato tiene eco en el feminismo (blanco?) en el cual no nos reconocemos, por lo cual manifestamos nuestro profundo desacuerdo con la posición que Ud. ha tomado respecto a la restauración neoliberal golpista en Bolivia.

Cuando dice “Deberíamos comenzar a generar una retórica de valor a otra forma de valor que se distingue mucho a la gestión de los caciques.” Suena muy bonito. Preguntamos: ¿Le ha pasado en el cuerpo esa gestión de los caciques? Nosotras hemos visto, hemos sentido el sabor amargo de esa secuela de la conquista. Nuestros hombres han tomado lo peor del machismo colonial. Hemos construido no sólo retóricas, sino resistencias, re-existencias a la dominación machista en las naciones preexistentes y en cada uno de los espacios que el despojo nos colocó. Pero ubicar a Evo como el símbolo del patriarcado es demasiado chabacan.

No celebramos los dichos sobre la quinceañera de Evo, porque hemos sentido en nuestros cuerpos todos lo que significa la cosificación de nuestros cuerpos. El cuerpo ancestral, el cuerpo mental, el cuerpo físico y el cuerpo emocional. Aún así, afirmamos que lo que pasó en Bolivia fue un golpe de Estado.

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Urgente: Están matando a la gente en El Alto con una represión militarizada

x Agencias / Marco Teruggi / La Haine

Los militares están disparando desde helicópteros a los manifestantes en Senkata (oeste de Bolivia) y ya hay más de 10 fallecidos, dijo a Sputnik la dirigente social y defensora de derechos humanos Bettyna Valencia.

«En Senkata nos están matando, disparando, hay muchas personas que están muertas. La policía se llevó a tres, los van a hacer desaparecer. Había 32 personas muertas en total pero aquí hay más de diez. Nos están disparando por helicóptero, están todos armados, están desquiciados», dijo Valencia con la voz entrecortada a Sputnik.

Valencia dijo entre sollozos que se había refugiado en una tienda mientras se desataba la represión.

Manifestantes que se encontraban en los alrededores de la planta de Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ubicada en Senkata, de la ciudad de El Alto, fueron reprimidos este martes por agentes policiales con tanquetas y helicópteros militares.

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Bolivia, golpe de Estado y la irresuelta guerra entre la Biblia y la Wiphala

x Ollantay Itzamná

El reciente golpe de Estado que defenestró al Presidente constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, a simple vista, es una disputa política “resuelta” por la vía de la fuerza, entre blancos (Camacho y Mesa) y aborígenes (Evo Morales y los movimientos indígena campesinos). Pero no lo es del todo.

Cuando Camacho y sus seguidores, con toda una ritualidad medieval, sembraron la Biblia (sobre la bandera criolla boliviana) en el centro del viejo Palacio de Gobierno, en la ciudad de La Paz, bajo la arenga religiosa: “Bolivia para Cristo, la Pachamama nunca más volverá a entra a este Palacio”. Y casi simultáneamente otros citadinos mestizos descendieron la Wiphala (bandera quechua aymara) del frontis de dicho edificio y la quemaron públicamente. Esos actos, además de otros, evidencian que la “guerra” irresuelta entre q’aras (blancoides) y aborígenes es, ante todo, una contienda cultural simbólico.

Si durante la Colonia europea la simbología político cultural de los aborígenes había sido “extirpada” casi por completo, mediante métodos inquisitoriales inimaginables. Sin embargo, dichos símbolos (Wiphala, Chakana, wuakas, apus, etc.) subsistieron bajo las cenizas del dolor colonial, en territorios indígenas no controlados por la Corona.

Durante la República, este conflicto sobre lo simbólico cultural se resolvió mediante la tácita coexistencia entre las dos bolivias (la oficial y la clandestina/aborigen). Medianamente cada quien vivía bajo su propia simbología. Después de todo, algunos indígenas eran bolivianos, pero en los hechos NO eran ciudadanos. Y, la gran mayoría, ni eran bolivianos nominales (sin documento de identidad), ni eran ciudadanos bolivianos (no sujetos políticos)

De ese modo, los símbolos políticos oficiales y clandestinos convivieron en el mismo territorio (boliviano) sin encontrarse, ni conflictuarse, entre sí, durante la República.

En la creación del Estado Plurinacional también se tuvo que consensuar la simbología del nuevo Estado. Así fue cómo la Wiphala ingresó en la Constitución Política como una bandera oficial, junto a la tricolor criolla. Lo mismo ocurrió con la Chakana, y las ritualidades constitutivas de las espiritualidades indígenas.

Proceso de cambio y la simbología boliviana

Durante los 14 años del proceso de cambio boliviano, bajo un Estado Plurinacional con presencia casi en todo el territorio boliviano, indígenas y mestizos convivieron sin mayor “guerra” por símbolos políticos, ni identitarios.

Las y los indígenas se sentían representados en la Wiphala que ondeaba junto a la bandera tricolor, y de igual forma los mestizos por lo suyo. De ese modo se pudo hablar de la “ciudadanía intercultural” en la Bolivia plurinacional.

Pero, el fatídico 10 de noviembre reciente, no sólo “restauró” la Biblia prepotente en el Palacio, sino también la bandera del Departamento de Santa Cruz, cuyo escudo contiene una Cruz de la cristiandad y una Corona Ducal medieval. Esta prepotencia simbólica, más el descenso y quema de la Wiphala, más las arengas de la “expulsión de la Pachamama del Palacio”, dibujan a brocha gorda la intencionalidad político cultural de los golpistas.

Destituir a Evo, pero sobre todo la Wiphala

Los golpistas no apostaron, ni apuestan, únicamente a destituir al gobernante indígena, escarmentar con públicos castigos físicos a los indígenas insumisos, y restaurar el sistema neoliberal en Bolivia. NO. Ellos van, ante todo, por la restauración del panteón simbólico del Estado criollo republicano, y hacer escarnio de la simbología política indígena. Porque allí, en esa simbología está, según ellos, la esencia de la insubordinación política de los y las indígenas.

En otros términos, van a destruir lo poco o mucho que se había avanzado en la construcción del Estado Plurinacional y de la ciudadanía intercultural.  Para ellos, destruir la bandera indígena, es anular simbólicamente los derechos indígenas consignados en las leyes. Y, anular derechos indígenas, es devolver al indígena a la condición de NO ciudadano, No sujeto.

Pero, estos predadores de indígenas, en sus planes golpistas premeditados, jamás previeron las reacciones que podrían activar en los indígenas el “sacrilegio” contra la Wiphala.

Horas después de aquel sacrilegio, un ejército de ponchos rojos (aymaras), flameando centenares de whipalas, descendieron desde la ciudad de El Alto hacia la ciudad cede del Palacio de Gobierno, a trote, rugiendo a todo pulmón: “Ahora sí, guerra civil. Ahora sí, guerra civil”. Era un escenario apoteósico que hizo llorar, de susto y/o de emoción, a muchos espectadores reales y virtuales. Los entrevistados concluían: “la Whipala es nosotros”. “Si queman la Wiphala, a nosotros nos queman”…

La Policía Nacional golpista que reprimía, hasta ese entonces, a los manifestantes contra el Golpe de Estado tuvo que replegarse y huir. En la ciudad cede del Palacio, las pocas autoridades políticas remanentes del Golpe tuvieron que ser evacuadas. Por unas horas, la “sensación del acabose final” se expandió y apoderó de las y los citadinos paceños. Hasta que las Fuerzas Armadas golpistas, “decretaron Estado de Sitio” y en conjunto con la Policía Nacional ocuparon la ciudad bajo aplausos y arengas de gratitud de la citadinidad asustada.

Minutos después, la golpista Policía Nacional, en un acto protocolar improvisado, volvió a colocar la Wiphala en su lugar. Pidió disculpas públicas a los indígenas. El golpista Camacho, en mensaje improvisado, intentó argumentar su respeto a la “simbología indígena…”

Nadie sabe a ciencia cierta cual será el epílogo del caos e incertidumbre política actual de Bolivia. Lo único cierto es que los “seguidores”/comerciantes del Dios desconocido y de su Biblia son más miedosos/cobardes que las y los curtidos en las luchas subalternas bajo la “sagrada” Wiphala.

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