Biden ¿La gran nueva esperanza para Colombia?

Gearóid Ó Loingsigh

El Partido Demócrata no es una organización anticapitalista, ni siquiera es una organización reformista

La reciente elección de Joe Biden como presidente de los EEUU ha renovado el discurso de los liberales sobre la naturaleza progresista del Partido Demócrata y una supuesta división real entre sectores de la burguesía norteamericana sobre asuntos de fondo. Por supuesto, hay diferencias, hay posturas distintas y propuestas económicas distintas, pero el Partido Demócrata no es una organización anticapitalista, ni siquiera es una organización reformista, es netamente uno de los dos partidos capitalistas que siempre ha dominado el país y uno de las alas del imperialismo gringo.

La historia política de Biden

Biden no es un político nuevo en los EEUU sirvió como senador entre 1973 y 2009, cuando asumió la vice presidencia bajo el gobierno de Obama. Su historia es relevante, y de su pasado podemos pensar qué clase de futuro nos depara una presidencia de Biden. Existe una ley que lleva su nombre Biden Crime Law, una ley que expandió la lista de crímenes que podrían ser castigados con la pena de muerte, entre ellos el tráfico de drogas, mientras el entonces presidente Clinton se dedicó a aumentar masivamente la población reclusa en al país, encarcelando a centenares de miles de negros por delitos menores de drogas. Clinton pasó a la historia como otro presidente «progresista» no obstante su legislación racista y su perdón presidencial a Harvey Weinig quien lavó USD 100 millones del Cartel de Cali, es decir, tanto Biden como Clinton propusieron castigar severamente a los pobres y ser indulgentes con los ricos.

En el área de relaciones internacionales, Biden tampoco tiene un pasado noble. Se destacó por su apoyo a las intervenciones norteamericanas en varias partes del mundo, antes siquiera de ser vicepresidente. Apoyó las guerras en Iraq y también en Afganistán como senador y por supuesto como vicepresidente apoyó todas las guerras de Obama, otro carismático presidente demócrata cuyo legado en África es el surgimiento de mercados de venta de esclavos en Libia luego del derrocamiento del régimen de Gaddafi y un legado de guerra constante en el oriente medio, el surgimiento del Estado Islámico y además logró entorpecer el reconocimiento de un nuevo estado independiente (Kurdistán), cuando parecía un hecho consumado.

Así, no tiene un pasado muy progresista en políticas internas y no es ningún pacifista, sino todo lo contrario. Claro un político puede cambiar con el paso de los años y puede que sus propuestas ahora sean más progresistas. Su gabinete de gobierno indica que no es así.

El gabinete diverso

Una de las cosas que más han resaltado los liberales es que Biden tiene un gabinete de gobierno diverso. Sí, es cierto, hay más mujeres, negros y hasta una mujer trans. Pero la diversidad puede matar y los diversos clavan el cuchillo con la misma eficiencia que los viejos, blancos, heterosexuales de otras administraciones. No hay que mirar a nadie más que su vicepresidente quien es la primera mujer en ocupar ese cargo y además es negra. Pero fue una fiscal reaccionaria en California donde perseguía a pobres y hasta a las víctimas de montajes judiciales, insistiendo en meter en la cárcel a inocentes, se opuso a investigaciones contra policías involucrados en la muerte de civiles y perseguía penalmente a los padres de niños que se ausentaron de la escuela.[1] Los ilusos frente al papel que puede jugar Kamala Harris son numerosos y van más allá de los sectores tradicionales de la social democracia colombiana. Francia Márquez escribió una carta a Harris pidiendo que tomara medidas frente a los asesinatos de líderes sociales en el país y en particular a los afrocolombianos. Demuestra una ingenuidad frente a lo que representa Harris.

«Estoy segura de que la mayoría de las personas que votaron por usted y por el presidente Biden, lo hicieron con la esperanza de poder quitar la rodilla del cuello de los afroamericanos en su país. La violencia de la fuerza pública que es común en nuestros países debe ser erradicada con acciones determinantes que pudiéramos implementar en consideración a nuestros liderazgos. Como afrocolombianos, indígenas y campesinos empobrecidos padecemos la misma situación, quienes nos han impuesto el conflicto armado, la política de muerte, las violencias de género mayoritariamente padecidas por las mujeres y jóvenes negros, así mismo el racismo estructural mantienen sus rodillas en nuestros cuellos. No nos dejan respirar. Nos asesinan todos los días»[2]

No existe una solidaridad de raza (un reaccionario concepto burgués de la división de la raza humana en subcategorías raciales que no tienen ninguna base científica y tiene su origen en el mismo racismo.) sino la solidaridad de clase y Harris como fiscal actuó siempre como burguesa, y no se puede esperar mayor cosa de ella. ¿Acaso Obama acabó con la violencia policial en los EEUU? Nada.

De hecho las cifras de asesinatos a manos de la policía se mantuvieron bastante constantes durante su gobierno. Uno de los asesinatos más infames fue el de Freddy Gray. Su muerte a manos de la Policía conllevó a la gran sublevación negra en Baltimore en 2015. Varios de los policías involucrados en su muerte eran negros, el jefe de Policía era negro, el Alcalde era negro y la Fiscal era negra, y Freddy Gray murió porque era negro en una sociedad racista donde los negros que tienen algo de poder se prestan para servir al imperio y no a su gente. En 2013 durante el gobierno de Obama la Policía mató a 1079 personas (entre blancos y negros) y 1092 en el último año del racista Trump.[3] La diferencia es insignificante, pero hay quienes creen que llegó un gobierno nuevo, como nos decían cuando Obama llegó al poder. Los diversos del gabinete de Biden son iguales a esos policías, asesinos en serie.

¿Alguna vez hizo Obama algo por los campesinos y los afrocolombianos? Nada. Todo lo contrario, sin embargo se apela a Harris contra quienes imponen la guerra. Pero, cualquier lectura del conflicto colombiano, una y otra vez nos presenta con el papel histórico y actual de los EEUU bajo administraciones republicanas y demócratas con o sin la influencia de importantes funcionarios negros republicanos como Colin Powell, general estadounidense, quien ejerció como presidente del Estado Mayor durante la guerra del Golfo, participó en la guerra de Vietnam y la invasión de Panamá y fue el Secretario de Estado de George W. Bush, o Condoleezza Rice, mujer negra quien también trabajó como Secretaria de Estado de Bush, o importantes funcionarios negros demócratas como el Fiscal General Eric Holder en el gobierno del primer presidente negro de los EEUU Barack Obama, quien no sólo no hizo nada por la población negra de los EEUU sino fue uno de los más reaccionarios presidentes del país, logrando deportar a más latinos que Trump y fue un imperialista empedernido, como todos y como su entonces vice, Biden.

Lloyd Austin el candidato negro a ser Secretario de Defensa es otro caso diverso que tanto les gusta a los liberales, pero no deja de ser un asesino. Participó en la ocupación de Iraq bajo el gobierno de Obama y supervisó el despliegue de fuerzas especiales en Siria y para colmo es miembro de la junta directiva de Raytheon una de las empresas armamentistas más grandes del planeta cuya especialidad son misiles. El hombre perfecto para seguir la política de Obama de bombardear bodas pakistanís y afganas para luego presentar a las víctimas como caídos en combate. Uribe no tiene monopolio en falsos positivos.

Petro por su parte fue uno de los primeros en felicitar a Biden y Harris, afirmando que las políticas de Biden son las mismas que las de Colombia Humana. De ser cierto pues sería un motivo más para no votar por el en las presidenciales de 2022. Pero Petro sabe que todos los gobiernos de los EEUU han ignorado a los pobres, a los obreros, a las mujeres. Terminando su mandato Bush comenzó el rescate bancario de 2008 y Obama lo implementó. Usaron los impuestos pagados por los trabajadores (la carga tributaria recae sobre ellos más que los ricos) para rescatar a los ricos mientras millones de personas perdieron sus casas. Entre 2009 y 2015 poco más de 5,8 millones de personas perdieron sus casas durante el gobierno de Obama y Biden,[4] ni siquiera Claudia López desalojará a tanta gente, aunque no le faltan ganas. Biden también es responsable por esa política criminal, pero Petro dice que quiere emular a Biden, no sé si es que no es tan inteligente como pensaba o si es más cínico de lo que pensaba.

Venezuela

No es el único halcón propuesto para el gabinete. A los liberales colombianos les encantó la victoria de Biden, como les había encantado la victoria de Obama años atrás. Y Biden no demoró en demostrarles que él es el mismo Comandante en Jefe imperialista como todos los demás presidentes que lo antecedieran. Su Secretario de Estado será Anthony Blinken quien no sólo quiere una mano dura contra China y Corea del Norte sino dijo que reconocería a Guaidó como el presidente interino de Venezuela. No importa que Guaidó hizo algo parecido a la turba trumpista que intentó tomar el Congreso de los EEUU y como ellos fracasó. El compromiso gringo con la democracia no existe, ni en casa y mucho menos en en lo que ellos consideran su patio trasero.

Son sólo dos casos pero de hecho varios más del gabinete diverso son halcones, tienen nexos con la industria armamentista o apoyaron invasiones en distintas partes del mundo.

América Latina

Históricamente los Demócratas han sido mucho más duros con América Latina que los Republicanos, fueron ellos quienes emprendieron la lucha contra Cuba. Fue Bill Clinton quien endureció las sanciones contra el país y por supuesto fue Bill Clinton quien nos dio el Plan Colombia y todo lo que eso implica en términos de contaminación, desplazamiento, asesinatos y pobreza en el campo colombiano. No fue George Bush quien hizo eso, aunque sí estaba de acuerdo con la iniciativa y Obama luego lo apoyaría. Además Biden jugó un papel en ese plan.

El promovió la legislación como miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y se siente orgulloso de su papel. Una parte integral del Plan Colombia fueron los cambios neoliberales y las privatizaciones de empresas públicas y un mayor papel para el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.[5] Ninguna acción del gobierno de Uribe mereció castigo alguno de Obama y Biden, ellos estaban más interesados, igual que el gobierno anterior de George Bush en la apertura del país a las empresas mineras, al Tratado de Libre Comercio, y frenar a la oleada rosa de gobiernos como los de Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina, Bolivia y recuperar la hegemonía norteamericana.

La campaña de Biden y Obama incluyó las derrotas por maniobras ilegales a personajes como Lula en Brasil, donde los EEUU jugó un papel importante, quizás decisivo. Sus funcionarios intervinieron en los procesos contra Lula y Dilma haciendo escuchas ilegales contra 29 altos funcionarios del gobierno de Brasil.[6] Claro Brasil no fue el único golpe de estado, bajo el mandato de Biden y Obama, también derrocaron al gobierno de Honduras y en política migratoria, el principal deportador de latinos no fue Trump sino Obama y su lacayo Biden.

Biden conoce bien a América Latina, entre 2009 y 2017 realizó 13 viajes a la región incluyendo un viaje a Colombia, nada de lo que pasó en la región en ese entonces le era desconocido. Así cuando hablamos de Biden, estamos hablando de un hombre que ya hizo su parte acá, estamos donde estamos, en parte, gracias a sus políticas y sus gestiones. Los que esperan un gran cambio ahora, también están esperando que el ratoncito Pérez les deje algo de plata.

Un estado imperialista

Lo más sorprendente de esto no es que este gabinete sea tan repugnante como los demás sino que alguien esperara que no fuera así. Los EEUU es el principal poder imperialista en el mundo. Como poder imperialista se encuentra en una fase de clara decadencia pero sigue siendo un poder imperialista y más peligroso aún por su decadencia pues son capaces de lanzar nuevas guerras de conquista y saqueo para reafirmar su poder y parar el declive de su poderío económico y militar. El país que más gobiernos ha derrocado, el país que más bases militares tiene en otros países, el país que nunca ha dudado en lanzar bombas para apoyar a sus multinacionales. Pero hay los que piensan que semejante país puede tener un presidente progresista. Cada vez que se elige un demócrata carismático con buena presentación mediática, casi siempre los liberales pierden la cabeza y hablan y actúan como si Lenin se resucitara para tomar el poder en los EEUU cuando en realidad, ni siquiera es un Kerensky [7] moderno.

Marx habló cómo los gobiernos burgueses no son más que el comité de la administración de los intereses de clase de los burgueses. Parece que en Colombia muchos creen otra cosa. Patria Boba, pues no sé cómo lo vamos a llamar ahora, aunque creo que con el paso del tiempo se caducaron los derechos de autor sobre la frase, boba no sé, pero quizás bien ingenua.

—-

Notas

[1] Lia Eustachewich (12/08/2020) Inside Kamala Harris’ polarizing record as a prosecutor. New York Post. https://nypost.com/2020/08/12/inside-kamala-harris-polarizing-record-as-a-prosecutor/

[2] Semana (25/01/2021) «Nos asesinan todos los días»: la carta de Francia Márquez a Kamala Harris https://www.semana.com/nacion/articulo/nos-asesinan-todos-los-dias-la-carta-de-francia-marquez-a-kamala-harris/202150/?fbclid=IwAR0KokFGC97hT9hP_dMzqAAnguLH3KbS9UfYLqagAMxgRp-KxWyZ_WroJtc

[3] Cifras tomadas de https://mappingpoliceviolence.org/

[4] Corelogic (2017) United States Residential Foreclosure Crisis: Ten Years, https://www.corelogic.com/research/foreclosure-report/national-foreclosure-report-10-year.pdf

[5] Washington, J. (18/04/2020) We Need To Reverse the Damage Trump Has Done in Latin America. Biden’s Plans Don’t Cut it. https://theintercept.com/2020/04/18/trump-latin-america-foreign-policy-joe-biden/

[6] Macleod, A. (28/10/2020) Times Editorial Lets Slip Joe Biden’s Latin America Policy: More Obama-Style Coups https://www.mintpressnews.com/joe-biden-latin-america-policy-more-obama-style-coups/272720/

[7] Kerensky era un reformista quien participó en el gobierno provisional luego de la revolución de febrero 1917, primero como ministro de justicia, luego como ministro de guerra y después de la revuelta de julio, asumió el cargo de Primer Ministro. La revolución de octubre puso fin a su gobierno.

Salmón Urbano

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

uno × 3 =