x Michael Welch / Michael Hudson
Global Research: Estamos viendo hoy cómo la OTAN está aunándose en torno al llamamiento de EEUU para sancionar a Rusia, incluyendo su exclusión del sistema SWIFT. Están siendo golpeados con sanciones para dañar, «sanciones infernales» como diría el presidente Biden, y no parece que esté funcionando. Pero las sanciones están volviendo como un bumerán y golpeando muy duramente a la UE y a los EEUU con subidas de precios de alimentos, fertilizantes, petróleo y gas. Pareciera que están provocando la agresión rusa, como si le hubieran obligado a hacerlo.
Sabemos que esto no es cierto, es decir, es algo en lo que han estado trabajando todo este tiempo. Pero, ¿cuál era realmente el objetivo estratégico de provocar a Rusia para que fuera a una guerra de sanciones con Ucrania? ¿Preveían que Rusia pediría clemencia o hay algo más en juego?
Michael Hudson: Creo que es justo lo contrario de lo que has dicho. La guerra no es contra Rusia. La guerra no es contra Ucrania. La guerra es contra Europa y Alemania. El propósito de las sanciones es impedir que Europa y otros aliados aumenten su comercio y sus inversiones con Rusia y China, porque EEUU vio que el centro del crecimiento mundial no está en Norteamérica ahora que se está desindustrializando. Seguir las políticas neoliberales desde la década de los 80 ha terminado por vaciar la economía estadounidense. ¿Y cómo diablos puede EEUU mantener la prosperidad si ha perdido la capacidad de crear riqueza?
La única forma de mantener la prosperidad si no se puede crear en casa es obtenerla del exterior. Y el intento, desde hace un año, del presidente Biden y de los neoconservadores estadounidenses, fue bloquear el Nord Stream 2, y en su defecto, bloquear todo el comercio energético y de otro tipo con Rusia; para que EEUU pudiera monopolizarlo por sí mismo. Una de las principales herramientas de los últimos cien años de control de la economía mundial por parte de EEUU ha sido la industria del petróleo, controlando así el comercio mundial de energía. La energía es la clave del PIB, de la productividad de todos los países, y la idea de que el comercio energético saliera del control de EEUU y entrara en el de otros países amenazaba la capacidad de EEUU de desactivar a otros países.
Así que la provocación de la guerra en Ucrania y la provocación de una respuesta por parte de EEUU ha permitido a este país decir: “miren lo mal que lo está haciendo Rusia, se está defendiendo”. Defenderse contra EEUU es una declaración de guerra, porque eso significa que se está rompiendo con el sistema dolarizado, y con ello, la posibilidad de que otros países se liberaran fue vista por los EEUU como un desafío a su capacidad de dictar políticas y de utilizar la diplomacia del dólar para hacerse con el control de sus posiciones de liderazgo.
El temor de los EEUU, por supuesto, es que el movimiento ecologista sea capaz de moverse para detener el calentamiento global mediante la reducción del uso de los combustibles de carbón, el petróleo y el gas. Así, al crear esta crisis en Europa, los EEUU en gran medida… basan su política exterior en la aceleración del calentamiento global; acelerando la utilización del carbón y del petróleo como los combustibles del futuro. Creo que el presidente Biden hoy está en Polonia prometiendo que reemplazará el petróleo ruso por carbón polaco. Y por carbón americano, por eso el presidente Biden tiene al senador Manchin, del lobby de la industria del carbón, como presidente de la Comisión de Energía y Recursos Naturales del Senado..
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